El mundo laboral está cambiando a pasos agigantados, y también las expectativas de los trabajadores. Las nuevas generaciones, con mayor acceso a la información y educación, buscan líderes que inspiren, motiven y guíen, no solamente que den órdenes.
La era del liderazgo inspirador llegó para quedarse. Un líder que inspira puede contribuir a mejorar el clima laboral y reducir la rotación de personal, lo que a su vez fortalece la reputación y la competitividad de la empresa.
Consultada por La Voz, Maia Martinez Mornaghi, directora de CoEducation Consulting, una consultora especializada en recursos humanos, explora las claves de este nuevo paradigma que está transformando las organizaciones.
El fin del “jefe manda”: la búsqueda de líderes inspiradores
El perfil del líder viene cambiando desde hace más de 30 años, adaptándose no sólo a las nuevas generaciones y sus necesidades sino a las demandas de resultados del mercado. “Pasamos por jefes jerárquicos, que se traslada desde la estructura militar que transfirió todos su conocimientos al mundo del management una vez terminada la segunda guerra mundial hasta el liderazgo circular, por propósito, autogestionado del mundo digital de hoy en todos sus innumerables matices”, explica Martinez Mornaghi.
En el pasado, el “jefe” era una figura omnipresente que ejercía un control absoluto sobre sus empleados. Sin embargo, este enfoque basado en la jerarquía y la obediencia quedó obsoleto. Las nuevas generaciones, con mayor acceso a la información y educación, buscan líderes que inspiren, motiven y guíen, no sólo que ordenen.
“Ya no se toleran trabajos sin sentido o jefes autoritarios”, afirma la directiva, quien admite que los trabajadores ahora buscan comprender el propósito de su trabajo y sentir que éste aporta valor a su vida.
En ese sentido, en la era actual se tienen más en cuenta las habilidades blandas que las específicas del rol de un empleado. “Las habilidades blandas tienen un rol protagónico porque las habilidades técnicas se pueden adquirir a través de otras herramientas. El compromiso, la búsqueda de resultados comunes, la pertenencia, el orgullo de ser parte del equipo, el foco en logros es lo que hoy moviliza el resto de la relación laboral”, agrega la directora de CoEducation.
El liderazgo como clave del éxito empresarial
La sociedad actual sobrevalora y mitifica el liderazgo individual y no valora suficientemente al equipo y sus integrantes.
En este nuevo contexto, el liderazgo surge como la piedra angular del éxito empresarial. Un líder efectivo inspira, motiva, guía y empodera a sus equipos, creando un ambiente de trabajo colaborativo, creativo y productivo donde los objetivos comunes e individuales sean alcanzados satisfactoriamente.
La principal diferencia entre un líder y un jefe radica en su enfoque y estilo de trabajo, describe Martinez Mornaghi: “Un jefe se centra en el control, la obediencia e impone ideas, mientras que un líder inspira y guía hacia un objetivo común”.
Las empresas que buscan prosperar en el futuro necesitan líderes que inspiren, motiven y empoderen a sus equipos para alcanzar el éxito común. Por eso, la búsqueda de talentos con capacidad de liderazgo es una tarea crucial para las organizaciones que desean mantenerse a la vanguardia.
“El liderazgo transformador no sólo es una necesidad, sino también una oportunidad para crear organizaciones más resilientes, innovadoras y humanas”, remarca la especialista.
Beneficios del liderazgo inspirador
Contar con un equipo liderado por un líder efectivo conlleva grandes beneficios tanto para las empresas como para los trabajadores.
- Mayor motivación, compromiso y creatividad por parte de los empleados.
- Aumento de la productividad y la innovación.
- Mejora del clima laboral y reducción de la rotación de personal.
- Fortalecimiento de la reputación y la competitividad de la empresa.
Qué es el talento millennial
La creciente presencia de líderes millennial en el ámbito laboral está transformando la manera en que las empresas operan. La irrupción de este talento cuestiona precisamente la figura del “jefe”. Esta generación espera más que órdenes y directrices; buscan inspiración, propósito y un ambiente laboral que les permita crecer y contribuir de manera significativa.
Según la firma Neos RH Consultores, un millennial no está más de tres años en la organización. Hay algunos sectores en donde incluso la rotación es más acelerada, como en las Tecnologías de la Información, en donde los millennials no duran más de dos años en el mismo puesto, según datos de la empresa de reclutamiento PageGroup.
Martinez Mornaghi echa un poco de luz a este baño de realidad. “Los millenials ya crecieron y como líderes están a cargo de generaciones aún más lábiles, desde el punto de vista laboral, que ellos mismos. Por suerte, al estar más cerca de estos nuevos perfiles, tienen más herramientas y más comprensión sobre la manera de gestionarlos. Sin embargo, la frustración es la misma que sintieron los anteriores líderes ante los cambios de paradigma. La diferencia es que el impacto hoy es más notorio por la rotación habilitada como crecimiento”, subraya.
Sobre el impacto de la inteligencia artificial y la automatización de tareas en el rol de los nuevos líderes, la directiva afirma que se describe por sí mismo: se pueden reemplazar las tareas técnicas y optimizarlas en la medida que se sepa que se quiere lograr.
“El rol del líder que marca una dirección, acompaña y desarrolla se vuelve más relevante aún y ahí están incluidas las habilidades”, finaliza.
