El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, calificó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, como “una persona informativamente aislada” que lo ha “perdido todo” a consecuencia de la guerra que inició el 24 de febrero de 2022 y a quien ya no le quedan prácticamente aliados en la comunidad internacional.
Advirtió, además, que a menos de que su país gane la batalla que disputa contra la fuerza invasora desde hace siete meses en Bájmut, Moscú podría comenzar a recuperar apoyo internacional para alcanzar un acuerdo que requeriría que Kiev realice concesiones inaceptables.
Asimismo, invitó al supremo chino Xi Jinping a visitar su país para comprobar de manera personal el impacto del conflicto bélico en territorio ucraniano.
A bordo de un tren
Zelenski abordó esos y otros temas durante una entrevista que mantuvo a bordo de un tren con periodistas de la agencia The Associated Press en una visita que el mandatario realizó a Zaporiyia –ciudad sureña que aún sufre ataques periódicos de combatientes rusos– y a localidades norteñas en la región de Sumy, liberada en los albores de la contienda poco después de que se iniciara la incursión rusa a territorio ucraniano.
“Putin no tiene aliados”, sostuvo el jefe de Estado para quien es evidente que China, una potencia económica afín a Rusia desde hace mucho tiempo, ya no está dispuesta a respaldarla. Abonando esa conjetura señaló que tras su reciente visita a Moscú Xi Jinping se marchó sin hacer anuncios públicos de apoyo claro a la campaña del Kremlin contra Ucrania.
Zelenski sugirió que el aviso de Putin acerca del traslado de armas nucleares tácticas a Bielorrusia tras la visita de su par chino pretendió desviar la atención del hecho que la visita del mandatario oriental no tuvo los resultados positivos esperados. El mandatario ruso, en cambio, explicó que la maniobra táctica responde a la decisión británica de proporcionar más municiones de uranio empobrecido a Ucrania.
Discrepancia
Por otra parte, el mandatario ucraniano discrepó con analistas occidentales que cuestionan el hecho que el Gobierno de Kiev esté dispuesto a sufrir pérdidas enormes en Bájmut por defender un territorio que consideran sin demasiada importancia estratégica.
“Si Rusia derrota a Ucrania en Bájmut podría vender una victoria a la comunidad internacional”, razonó.
“Si –Putin– llega a oler sangre, a interpretar que somos débiles, presionará, presionará y presionará” y esa presión –según su punto de vista– podría proceder no sólo de la comunidad internacional sino también de su propio país.
“Nuestra sociedad se sentirá cansada y me presionará para alcanzar un compromiso con ellos”, planteó.
En línea con esa presunción pidió a Occidente sanciones más duras contra personas del círculo íntimo de Putin.
Cabe recordar que desde el inicio de las hostilidades más de 30 países que representan alrededor de la mitad de la economía mundial impusieron penalidades a Rusia, que contemplan límites de precio al crudo ruso y restricciones en el acceso a las transacciones financieras globales, entre otras.
Occidente también aplicó medidas de manera directa contra unas dos mil empresas, funcionarios y oligarcas rusos. Así, en todo el mundo se bloquearon o congelaron más de 58 mil millones de dólares de activos rusos bajo sanciones, según un informe reciente del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
De ayudas y promesas
Por otra parte, Zelenski reiteró el agradecimiento a los países occidentales por la ayuda con armamento aunque aclaró que algunas de las armas prometidas no han sido entregadas aún.
“Tenemos grandes decisiones sobre Patriots (en alusión al sistema antiaéreo de fabricación estadounidense), pero no los tenemos de verdad, todavía no nos han sido entregados”, aseguró.
Ucrania necesita 20 baterías Patriot para defenderse de los misiles rusos e inclusive el número podría resultar insuficiente “ya que ningún país del mundo ha sido atacado con tantos cohetes balísticos” como Ucrania, concluyó el presidente ucraniano.
