Una inesperada marea de vitalidad joven ha marcado las recientes ceremonias fúnebres por el Papa Francisco en el Vaticano, transformando el ambiente de duelo en la Plaza de San Pedro.
Lejos de un silencio sombrío, la presencia masiva de adolescentes y jóvenes católicos ha infundido una atmósfera de esperanza y dinamismo, inspirada, según muchos, en el propio carácter del pontífice fallecido.
Un duelo vivido de otra manera
La segunda misa de luto, celebrada este domingo, vio a aproximadamente 200.000 fieles llenar la plaza, con una clara predominancia de jóvenes.

Esta multitudinaria asistencia replica la del funeral del día anterior, que dio inicio a los novendiales, los nueve días de misas de luto.
La llegada de tantos jóvenes a Roma en los últimos días estaba originalmente motivada por el Jubileo de los Adolescentes y la prevista canonización de Carlo Acutis, el llamado “primer santo milenial”, que fue pospuesta tras el deceso del Papa.
Para muchos de estos jóvenes, la experiencia, aunque marcada por la tristeza, ha sido “un sueño”. Participar en estos eventos les ha permitido ver que “la religión es universal y que a todos nos une una misma creencia”, una experiencia descrita como “impactante”. A pesar de la pérdida, la actitud general ha sido la de intentar “pasarlo bien”.
La vitalidad invade los alrededores
Tras la ceremonia oficiada por el cardenal Pietro Parolin, grupos de jóvenes, muchos identificables por camisetas y pañuelos verdes y blancos parte de la indumentaria del Jubileo, abarrotaban los alrededores del Vaticano y la parada de metro más cercana.

Se les veía comiendo, paseando o jugando, a la vista de sus acompañantes, entre quienes había curas y monjas.
Mari Ángeles, acompañante de un grupo de Canet de Berenguer (Valencia), señaló que, si bien la muerte del Papa fue un “contratiempo”, la actitud jovial de los jóvenes prevaleció.
Diego, llegado desde Módena (norte de Italia), expresó: “Pese a la tristeza por la muerte del papa, intentamos pasarlo bien”.
Giulia, una adolescente de Calabria (sur de Italia), calificó como “realmente bonita” la imagen de tantos jóvenes participando en la misa.
Aunque también se entristecieron por la noticia, pudieron “pasarlo bien en la visita a Roma de estos días”. Como parte del peregrinaje del Jubileo, visitaron las basílicas papales y cruzaron sus respectivas Puertas Santas.
La percepción general es que, con ellos, el duelo por el Papa “se vive de otra manera”. Esta forma de vivir el luto, con vitalidad y comunidad, se sintió inspirada por el “espíritu” que tenía Francisco, el mismo que promovió este Jubileo precisamente para “reunir a los jóvenes en esta concentración tan grande”.
Roma, entre el duelo y el jubileo
Decenas de miles de adolescentes han estado en Roma en los últimos días. La ciudad ha tenido que adaptarse a la llegada masiva, no solo por el Jubileo sino también por la muerte del pontífice.
Los jóvenes han sido acogidos en parroquias e incluso en una instalación militar adaptada ante el gran número de visitantes. La capital italiana se ha llenado de gente, operando en medio de un despliegue policial casi sin precedentes recientes.
En definitiva, la presencia y actitud de los jóvenes en las ceremonias de luto por el Papa Francisco han destacado, mostrando una comunidad católica vibrante y unida que, incluso en la tristeza, encuentra formas de celebrar la fe con vitalidad y esperanza