La comunidad de Dunnellon, en el estado de Florida, Estados Unidos fue sacudida por la falsa denuncia de secuestro de un adolescente de 17 años, Caden Rex Speight.
La alarma se disparó luego de que Speight enviara un mensaje a su madre asegurando que había sido secuestrado y baleado por cuatro hombres hispanos desconocidos. Este mensaje provocó la activación inmediata de una Alerta Amber en la región, poniendo en vilo a las autoridades y la población. El caso movilizó a fuerzas estatales y federales y generó una fuerte repercusión en Florida.
Cómo se descubrió la mentira
La intensa búsqueda llegó a su fin el lunes, cuando el sheriff del condado de Marion, Billy Woods, confirmó que “todo fue una mentira”. El funcionario, en un video difundido por la oficina del sheriff, sostuvo que “los detalles iniciales que Caden le mandó a su familia resultaron ser falsos, completamente inventados”.
Según relató el sheriff Woods, se descubrió que Speight había comprado previamente una bicicleta, una carpa y artículos de camping. Las cámaras de seguridad de un Walmart en Ocala captaron al adolescente realizando estas compras. Testigos contradijeron la versión del joven y, de acuerdo con la reconstrucción oficial, Speight simplemente se alejó del lugar en bicicleta, mientras la policía y la comunidad creían estar ante un caso de secuestro real.
Un disparo para sostener la farsa
Para dar credibilidad a su historia, el joven se disparó a sí mismo en la pierna utilizando un arma de fuego que tenía desde el inicio del episodio.
Posteriormente, salió a la ruta, donde fue encontrado por vecinos de la localidad de Williston. El sheriff fue contundente al respecto, afirmando que “No hay ninguna posibilidad de que la herida de bala de Caden haya sido provocada por un atacante”.
Consecuencias legales no descartadas
El caso generó una gran movilización, destacando el sheriff Woods el trabajo de su equipo que “se puso en acción” ante la gravedad de la denuncia.
Sin embargo, las autoridades enfrentan dificultades para llegar a una “conclusión final verdadera”, dado que los padres de Speight se negaron a que los detectives hablen con él. Hasta el momento, la familia no respondió a los pedidos de comentarios de la prensa.
En cuanto a las posibles repercusiones legales, el sheriff fue claro: “Los cargos criminales no están descartados”. La policía continúa analizando las pruebas y está investigando el costo total del operativo, ya que Speight podría ser obligado a reembolsar los gastos ocasionados por la falsa denuncia.