Ana Bárbara Buhr Buldrini, una reconocida cantante brasileña de 31 años, falleció en Estambul tras someterse a una cirugía estética que incluía liposucción, mamoplastia y rinoplastia.
Viajó a Turquía junto a su esposo, el también artista Elgar Miles, con quien se había casado apenas un mes antes. La intervención, originalmente programada para el 18 de junio, fue adelantada por decisión del cirujano al domingo 15. La joven murió sin haber recuperado la consciencia.
Fiesta, cirugía y sospechas: el relato de su esposo
Elgar contó que la noche anterior a la operación, él y Ana Bárbara salieron a disfrutar de la ciudad junto al cirujano. Ante la preocupación por la proximidad del procedimiento, el médico les aseguró que no había inconveniente. Sin embargo, tras la cirugía, la situación se volvió alarmante.
“Me dijeron que estaba inconsciente pero que pronto despertaría. Pero yo noté que no mostraba ningún signo de vida”, relató. Elgar agregó que fue apartado de la zona de cuidados mientras los asistentes actuaban con nerviosismo. Minutos después, un profesional le dijo que el corazón de su esposa latía lentamente; otro, que ya había fallecido.
Investigación en curso y acusación de negligencia
Tras la muerte, las autoridades sanitarias turcas iniciaron una investigación formal. Se inspeccionaron el consultorio, el quirófano y la unidad de cuidados intensivos del hospital. La Dirección Provincial de Salud de Estambul informó que el caso está bajo proceso judicial y que la autopsia definirá la causa de muerte.
“La investigación continúa de manera meticulosa”, indicaron en un comunicado oficial. La Policía interrogó a los médicos involucrados, quienes fueron liberados tras declarar.
Desde Mozambique, donde vivían juntos, Elgar anunció que trasladarán el cuerpo de Ana Bárbara y que iniciarán acciones legales. “Queremos justicia. Mi esposa fue víctima de negligencia médica. No puede quedar impune”, expresó públicamente.
El caso conmocionó tanto a Brasil como a la comunidad artística internacional. Muchos de sus seguidores y colegas manifestaron su pesar en redes sociales, mientras crece la atención sobre las condiciones en las que se realizan cirugías estéticas en el exterior, especialmente en destinos populares.
Turquía se convirtió en uno de los destinos más elegidos por el llamado “turismo médico”, debido a sus precios competitivos. Sin embargo, asociaciones médicas y especialistas advierten sobre los riesgos de operarse en lugares donde no hay un seguimiento posquirúrgico adecuado y las barreras idiomáticas pueden dificultar la atención de emergencias.