Un helicóptero militar sufrió un trágico siniestro en la región sureña de Ashanti, Ghana, resultando en la muerte de ocho personas. El aparato había partido de Accra, la capital, alrededor de las 9 de la mañana y desapareció del radar poco después de su despegue, con destino a Obuasi, hacia el noroeste. La Fuerza Aérea de Ghana confirmó la desaparición del radar el miércoles por la mañana.
Entre las ocho víctimas fatales se encontraban figuras prominentes del gobierno y la política ghanesa. El Gobierno de Ghana, según informó la cadena Al Jazeera, confirmó que los fallecidos incluían a los ministros de Defensa y Medio Ambiente.
Específicamente, Julius Debrah, jefe de gabinete del presidente John Mahama, identificó a Edward Omane Boamah, Ministro de Defensa, Ibrahim Murtala Muhammed, Ministro de Medio Ambiente, Alhaji Mohammad Muniru Limuna, coordinador adjunto de seguridad nacional y exministro de agricultura, y Samuel Sarpong, vicepresidente del partido del presidente Mahama, el Congreso Nacional Democrático (NDC).
La reacción del Gobierno ghanés
Tras la confirmación de la tragedia, el presidente de Ghana, John Mahama, expresó sus profundas condolencias y solidaridad a las familias de los fallecidos, destacando su servicio a la nación.
En señal de duelo, la presidencia anunció que Mahama suspendió todas sus actividades oficiales para ese día. Además, Julius Debrah informó que las banderas ondearían a media asta en todo el país.
Ghana en el contexto internacional: la relación con Argentina
Este trágico evento se da en un país que, aunque geográficamente distante, tuvo una inesperada y tensa relevancia en la opinión pública argentina en 2012. En aquel año, Ghana cobró súbita notoriedad cuando retuvo la Fragata Libertad, el buque escuela de la Marina argentina, en el puerto de Tema.
La embarcación fue embargada a pedido de NML Capital Ltd., uno de los llamados “fondos buitres”, un acreedor que no había aceptado los canjes de deuda de Argentina de 2005 y 2010. A través de una sentencia de un juez ghanés, el fondo buitre solicitó la retención de la fragata como garantía de una deuda de más de U$S 300 millones que reclamaba a Argentina.
La situación generó una gran tensión diplomática. Argentina argumentó que, como buque de guerra, la fragata gozaba de inmunidad diplomática bajo el derecho internacional. La tripulación, además, enfrentó intentos de abordaje por parte de personal portuario ghanés.
Argentina recurrió al Tribunal Internacional del Derecho del Mar (TIDM) en Hamburgo, Alemania. El tribunal falló de manera unánime a favor de Argentina, ordenando la “liberación inmediata e incondicional” del buque, subrayando que un buque de guerra es una “expresión de soberanía argentina” con inmunidad diplomática. Finalmente, la Fragata Libertad zarpó de Ghana el 19 de diciembre de 2012 y regresó a Mar del Plata en enero de 2013, donde fue recibida por una multitud.