Un ataque con drones en la ciudad de Kalogi, en la región de Kordofán del Sur, en Sudán, dejó al menos 50 muertos, entre ellos 33 niños, según informó la Red de Médicos de Sudán y el ejército sudanés.
Las autoridades alineadas con las fuerzas armadas aseguraron que el objetivo fue un jardín de infantes, alcanzado en dos oportunidades por misiles lanzados desde drones.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, también murieron civiles y personal médico que acudió al lugar para asistir a las víctimas tras el primer impacto.
El país atraviesa una guerra civil desde abril de 2023, cuando estalló la disputa de poder entre el ejército regular y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), antes aliadas y hoy enfrentadas.
Cruce de acusaciones entre el ejército y las RSF
Según informó la BBC, tanto la Red de Médicos de Sudán como el ejército responsabilizaron a las RSF por el ataque en Kalogi. Hasta el momento, el grupo paramilitar no emitió un comentario específico sobre ese operativo.
En cambio, las RSF acusaron al ejército de realizar este viernes un ataque con drones sobre un depósito de combustible y un mercado en el cruce fronterizo de Adre, en la región de Darfur, en la frontera con Chad.
Según el grupo de investigación Sudan War Monitor, ese incidente provocó víctimas civiles y daños significativos en la zona comercial.
El ejército sudanés no respondió de inmediato a las denuncias provenientes de Darfur, y, en medio de la guerra de relatos, los reportes independientes siguen siendo difíciles de verificar por la falta de acceso a muchas de las zonas en conflicto.
Condena internacional y una guerra que afecta a los niños
Tras conocerse el ataque en Kalogi, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) expresó su repudio.
“Matar niños en su escuela es una violación atroz de los derechos de la niñez. Los niños nunca deberían pagar el precio del conflicto”, sostuvo el portavoz Sheldon Yett.
El organismo pidió a “todas las partes” que detengan de inmediato este tipo de ataques y garanticen un acceso seguro y sin trabas de la ayuda humanitaria para asistir a la población afectada.
La región de los Kordofanes, que incluye Kordofán del Norte, del Sur y del Oeste, se encuentra entre Jartum, la capital sudanesa, y Darfur, y se ha convertido en uno de los frentes más activos de la guerra.
Con casi ocho millones de habitantes, su control es estratégico para ambos bandos, lo que incrementa el impacto de la violencia sobre la población civil.
Una guerra civil que no da tregua
Desde que comenzó el conflicto, en abril de 2023, Sudán quedó devastado por combates que se extienden por Jartum, Darfur y los Kordofanes.
Según el organismo Amnistía Internacional, el conflicto interno ha causado la muerte de decenas de miles de personas y el desplazamiento interno de más de 11 millones, números que denotan una de las crisis humanitarias más graves del mundo actualmente.
Mientras las partes intercambian acusaciones por los ataques más recientes, organizaciones internacionales insisten en la urgencia de un alto el fuego y de garantías mínimas para proteger a la población civil, en particular a niños y niñas que se encuentran atrapados en el fuego cruzado.
