Finalmente, se conocieron las causas de la muerte de la joven mochilera brasileña que cayó en un volcán de Indonesia mientras estaba de excursión.
Juliana Marins, de 26 años, terminó en el volcán Rinjani y permaneció cuatro días atrapada en una zona de difícil acceso. Su muerte fue confirmada por su familia el martes.
El hecho ocurrió el viernes pasado viernes, cuando Juliana realizaba una excursión. La joven cayó unos 300 metros en un primer momento, para luego descender otros 20 metros.
De qué falleció Juliana Marins
Este 27 de junio, se dieron a conocer los primeros resultados de la autopsia al cuerpo de la joven que, según se desprendió del informe perdió la vida a causa de un traumatismo contundente, que le provocó daños en los órganos y hemorragia interna.
“Encontramos arañazos y abrasiones, así como fracturas en el pecho, el hombro, la columna y el muslo. Estas fracturas óseas causaron daños en los órganos internos y hemorragias”, declaró la experta forense Ida Bagus Alit en comunicación con medios locales.
La principal causa de muerte fueron los heridas en la caja torácica y la espalda, precisó. Además, mencionó que el deceso ocurrió poco después de las lesiones.

Marins tenía además una lesión en la cabeza, pero ningún signos de hernia cerebral, que suelen ocurrir entre varias horas y varios días después del traumatismo.
De igual manera, en el tórax y el abdomen, hubo una hemorragia importante, pero ningún órgano mostró signos de retracción que indicaran una hemorragia lenta. El cuerpo de la joven no presentaba signos de hipotermia.
Quién era Juliana Marins: la joven que falleció en un volcán en Indonesia
Marins tenía 26 años. Su cuerpo sin vida fue encontrado en la ladera del Monte Rinjani. La joven era oriunda de Niterói, ciudad costera del estado de Río de Janeiro. Había estudiado publicidad y trabajó en el sector de la comunicación.
Era una persona aventurera y esa inquietud personal la llevó a renunciar a su empleo en Brasil para comenzar una travesía por el Sudeste Asiático.
El diario O’ Globo recolectó testimonios de sus allegados y la describían como una mujer independiente, sensible y profundamente conectada con la naturaleza.
Juliana solía practicar deportes al aire libre, hacía senderismo y escalada. Además, se dedicaba al pole dance.
Era meticulosa con su preparación física y solía realizar distintas actividades al aire libre. En sus redes sociales solía compartir postales de sus paisajes y experiencias.