El nuevo primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, no para de sorprender a propios y extraños desde su aplastante victoria en las urnas del 4 de julio último que le permitió al Partido Laborista regresar al poder del país insular europeo después de 14 años ininterrumpidos de administraciones conservadoras.
En su primer mensaje como jefe electo del Gobierno de su majestad, el actual inquilino de la residencia oficial del 10 de Downing Street dijo que no le temblaría el pulso en el momento en que tuviera que firmar los instrumentos legales para designar a los miembros de su gabinete e impulsar los cambios necesarios y urgentes con el propósito de reconstruir Gran Bretaña y rescatarla de la decadencia profunda en la que se encuentra y del estado de postración en que la dejaron los mandatarios tories que lo precedieron en el cargo, según su propio diagnóstico.
Y viene honrando su palabra.
No bien empuñó la lapicera oficial como premier británico estampó su firma en los decretos de designación de los 22 ministros que lo acompañarán de arranque en la gestión, incluyendo a 11 mujeres (número récord en la historia del país), entre ellas a Rachel Reeves, la primera mujer en ocupar el cargo de ministra de Hacienda de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en 708 años de vida institucional.
En 2023, esta economista de 45 años, graduada en la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, fue considerada la persona más poderosa e influyente en la política de izquierda británica por la revista de cultura New Statesman.
Con pies de plomo
Según la prensa especializada, Reeves -diputada laborista por Leeds West- marcó los trazos centrales del plan económico que ejecutará el gobierno de Starmer con la intención de reactivar la economía. El programa contempla medidas de alto impacto como la renacionalización del sistema de ferrocarriles mediante la creación de la empresa estatal Grandes Ferrocarriles Británicos (GBR, por su sigla en inglés). También se autorizará a los gobiernos locales a tomar el control de los servicios municipales de transporte urbano de pasajeros mediante ómnibus u otro tipo de unidades de gran porte.
Otra medida innovadora y sin precedentes tiene relación con la constitución de la compañía estatal Great British Energy (GBE) que se encargará de las inversiones en el sector de las energías renovables con el objetivo de hacer del archipiélago una “superpotencia en materia de energía limpia para 2030″, como también, impulsar la seguridad energética, crear empleos legítimos y construir cadenas de suministro en todo el país.
Así lo enfatizó ayer el rey Carlos III de Inglaterra al pronunciar el discurso de apertura de la sesión parlamentaria de Reino Unido en el que anunció las medidas de referencia.
El monarca -quien asistió al Palacio de Westminster, sede del Poder Legislativo británico, con la reina consorte Camila- puso en conocimiento de los parlamentarios y de la ciudadanía los aspectos principales de la agenda del flamante Gobierno laborista.
Más viviendas
Además de las señaladas en párrafos anteriores, otras prioridades de Starmer tienen que ver con la reforma total de los procedimientos de edificación y la construcción de viviendas sociales en todo el país para reducir el déficit habitacional creciente y lograr mayor equidad en la relación oferta-demanda de propiedades en alquiler.
En esas labores está llamada a tener un protagonismo destacado Angela Rayner, designada viceprimera ministra y secretaria de Estado para la Nivelación, La Vivienda y las Comunidades.
Rayner proviene de una de las urbanizaciones más pobres de Stockport, ciudad del Gran Manchester. A los 16 años fue madre de un bebé y por esa razón tuvo que abandonar la escuela. Más tarde se graduó como cuidadora y trabajó para el sindicato Unison, la segunda organización gremial más grande del Reino Unido, con casi 1,3 millones de afiliados. En 2015 se convirtió en diputada.
Asilo e inmigración
En el llamado Discurso del Rey para la apertura de las sesiones del Parlamento británico -redactado por el Gobierno y no por el monarca-, el segundo desde que asumió el trono en septiembre de 2022 tras la muerte de su madre, la reina Isabel II-, Carlos III anunció que Starmer pretende “modernizar” el sistema de asilo e inmigración con la conformación de un nuevo Comando de Seguridad Fronteriza.
“El Comando desplegará más policías e investigadores para desmantelar las bandas criminales de contrabando, abordando el problema desde su origen”, explicó al respecto Downing Street, y precisó que el proyecto de ley contempla dotar a las fuerzas de seguridad de “nuevos poderes mejorados” para acabar con el “modelo comercial perverso de la trata de personas”.
La crítica apuntó directamente a la estrategia en materia migratoria del gobierno de Rishi Sunak que llegó incluso a firmar un acuerdo con Ruanda para la deportación de inmigrantes irregulares a cambio de un puñado de libras esterlinas por cada exiliado que recibiera el empobrecido país africano, sin salida al mar.
