La Iglesia católica, con 1.400 millones de feligreses, busca un nuevo líder santo para encabezarla desde la Ciudad del Vaticano.
Aunque no hay candidatos oficiales al papado, algunos cardenales son considerados “papables”, es decir, poseen las características necesarias para convertirse en el próximo pontífice.
Todo lo publicado sobre el papa Francisco
Tras el pontificado de san Juan Pablo II, que en 1978 interrumpió el dominio italiano de siglos, el abanico de aspirantes se ha ampliado considerablemente.
Cuando los cardenales se reúnan en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Francisco, el primer pontífice nacido en Latinoamérica, buscarán principalmente un hombre santo que pueda guiar la Iglesia. Además de santidad, evaluarán su experiencia administrativa y pastoral, y tendrán en cuenta las necesidades actuales de la Iglesia.
A continuación, se presentan perfiles de algunos posibles aspirantes:
Cardenal Pietro Parolin: el Diplomático con experiencia de Gobierno
Con 70 años, el Cardenal Pietro Parolin, de nacionalidad italiana, ejerce como Secretario de Estado del Vaticano bajo el pontificado de Francisco, funcionando esencialmente como el primer ministro de la Santa Sede. Parolin es un veterano diplomático de la Santa Sede.
Aunque estrechamente vinculado al pontificado de Francisco, se describe a Parolin como una personalidad más reservada y diplomática en su liderazgo que el actual pontífice argentino.

Conoce los aspectos en los que la Iglesia podría necesitar corregir el rumbo. Su experiencia diplomática incluye la supervisión del controvertido acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos y un papel clave en el acercamiento diplomático de la Santa Sede con Vietnam, que culminó en un acuerdo para establecer un representante del Vaticano en ese país. También desempeñó un papel clave en la distensión entre Estados Unidos y Cuba en 2014, que el Vaticano contribuyó a facilitar. Ha estado a cargo de los intentos del Vaticano por poner fin a las guerras en Ucrania y Oriente Medio.
Si fuera elegido, Parolin significaría el regreso de un italiano al papado tras tres pontífices sucesivos de otros países. Sin embargo, Parolin tiene muy poca experiencia pastoral. Tras su ordenación en 1980, fue párroco por solo dos años cerca de su ciudad natal en el norte de Italia, antes de ingresar al servicio diplomático del Vaticano, donde ha trabajado en nunciaturas en Nigeria, México y Venezuela. Fue nuncio apostólico en Venezuela, conociendo bien la Iglesia latinoamericana.
Es ampliamente respetado por su destreza diplomática en asuntos espinosos. Estuvo involucrado, aunque no acusado, en una fallida inversión inmobiliaria en Londres que resultó en un juicio en 2021.
Cardenal Luis Antonio Tagle: la voz de Asia
El Cardenal Luis Antonio Tagle, de 67 años, es de nacionalidad filipina y actualmente es Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en el papado de Francisco. Fue nombrado cardenal por Benedicto XVI. Anteriormente, fue Arzobispo de Manila, Filipinas.
Tagle figura en muchas listas como posible primer papa asiático, una elección que daría reconocimiento a una región donde la Iglesia crece. Francisco lo trajo a Roma para dirigir la oficina de evangelización, que atiende gran parte de Asia y África, un papel que adquirió relevancia con la reforma de la burocracia vaticana. Tagle suele mencionar su ascendencia china.

Posee experiencia pastoral y administrativa, habiendo encabezado Caritas Internationalis. Sin embargo, su gestión en Caritas Internationalis no estuvo exenta de controversias. Una investigación externa encontró “deficiencias reales” en la gestión que afectaron el ánimo del personal, lo que llevó a Francisco a destituir a la dirección y “degradar” a Tagle en 2022. Algunos consideran que Tagle podría ser demasiado joven, ya que los cardenales podrían preferir un candidato mayor para un pontificado más breve.
Es conocido por ser un buen comunicador y maestro, atributos clave para un pontífice que deberá impartir muchas enseñanzas y estar frecuentemente frente a las cámaras.
Cardenal Fridolin Ambongo Besungu: el defensor de África y la ortodoxia
El Cardenal Fridolin Ambongo Besungu, de 65 años y nacionalidad congoleña, es Arzobispo de Kinshasa en la República Democrática del Congo (RDC) y Presidente de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar. Fue nombrado cardenal por Francisco. Es considerado uno de los líderes católicos africanos más francos, encabezando la arquidiócesis con el mayor número de católicos en un continente visto como el futuro de la Iglesia.
Ambongo es considerado conservador y está profundamente comprometido con la ortodoxia católica en la RDC y en toda África. En 2024, firmó una declaración en nombre de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar que se negó a seguir la declaración de Francisco que permitía bendiciones a parejas del mismo sexo, lo que representó un disenso continental a una enseñanza papal. Esto consolidó la postura de la Iglesia africana y la posición de Ambongo dentro de la jerarquía del continente.
Algunos lo elogian por promover la tolerancia interreligiosa en un continente con divisiones religiosas. También es un crítico declarado del gobierno y conocido por su defensa inquebrantable de la justicia social. En un país rico en minerales pero con alta pobreza y conflicto, Ambongo critica la corrupción, la inacción del gobierno y la explotación de los recursos por potencias extranjeras. Ha declarado que “El Congo es el plato del que todos comen, excepto nuestro pueblo”. Sus críticas han generado admiración, pero también escrutinio judicial; el año pasado, una investigación fue ordenada en su contra por presunto “comportamiento sedicioso”.
Cardenal Matteo Zuppi: el “sacerdote de barrio” enviado por la paz
El Cardenal Matteo Zuppi, de 69 años, es italiano, Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal italiana. Fue nombrado cardenal por Francisco, quien lo ascendió rápidamente. Zuppi ha surgido como un “sacerdote de barrio” en semejanza a Francisco, priorizando el ministerio hacia los pobres, indigentes y refugiados.
Está estrechamente vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio, una organización de beneficencia con influencia bajo Francisco, especialmente en diálogo interreligioso. Zuppi formó parte del equipo de Sant’Egidio que negoció el fin de la guerra civil de Mozambique.
Francisco lo nombró su enviado para intentar alcanzar la paz en la guerra en Ucrania. Viajó a Kiev, Moscú, China y Estados Unidos en esta misión, relacionada con la liberación de niños ucranianos trasladados a Rusia.

Su relativa juventud podría perjudicarlo ante cardenales que deseen un papado corto. Un indicio de sus inclinaciones progresistas es que escribió la introducción a la edición italiana de un libro sobre la necesidad de la Iglesia de mejorar su acercamiento a la comunidad LGBTQ+.
Zuppi señaló que construir puentes es un “proceso difícil, todavía en desarrollo”, y que no hacer nada causa sufrimiento y aislamiento. Su familia tiene fuertes vínculos institucionales con el Vaticano.
Cardenal Péter Erdő: el erudito conservador europeo
El Cardenal Péter Erdő, de 72 años y nacionalidad húngara, es Arzobispo de Esztergom-Budapest19 . Fue nombrado cardenal por Juan Pablo II. Es conocido por sus colegas como un teólogo, erudito y educador destacado. Ha participado en dos cónclaves previos.
Erdő es considerado uno de los principales candidatos entre los conservadores. Posee doctorados en teología y derecho canónico y habla seis idiomas.
Es un defensor de la ortodoxia doctrinal y defiende la postura de la Iglesia en temas como el aborto y el matrimonio igualitario. Se opone a las uniones entre personas del mismo sexo y ha resistido sugerencias de que los católicos divorciados y vueltos a casar puedan recibir la comunión, afirmando que solo es posible si mantienen abstinencia sexual.
Defiende las estructuras familiares tradicionales y ayudó a organizar reuniones del Vaticano sobre la familia.
Presidió el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, fomentando la colaboración y abordando problemas contemporáneos. Aunque evita la política húngara, mantiene una relación cercana con el gobierno populista de derecha.
Ha sido reacio a definir su posición sobre políticas gubernamentales que dividen la sociedad húngara, como campañas contra migrantes o leyes sobre derechos LGBTQ+.
Durante la crisis de refugiados de 2015, enfatizó el deber cristiano de ayuda humanitaria, pero no llegó a defender abiertamente a los migrantes, a diferencia de Francisco.
*Con información de la agencia de noticia EFE.