Coca-Cola anunció el miércoles que su actual director de operaciones, Henrique Braun, se convertirá en el próximo CEO de la compañía durante el primer trimestre de 2026.
La compañía con sede en Atlanta informó que su junta directiva eligió a Braun para que asuma el cargo de director general a partir del 31 de marzo. James Quincey, actual presidente y CEO de Coca-Cola, se convertirá en presidente ejecutivo.
Empleado de la Coca por 30 años
Braun, de 57 años, ha trabajado en Coca-Cola durante tres décadas. Antes de asumir el cargo de director de operaciones a principios de este año, estuvo al frente de operaciones en Brasil, América Latina, China y Corea del Sur.
Ha ocupado cargos supervisando la cadena de suministro de Coca-Cola, el desarrollo de nuevos negocios, marketing, innovación, gestión general y operaciones de embotellado.
Braun nació en California y se crió en Brasil. Tiene una licenciatura en ingeniería agrícola de la Universidad Federal de Río de Janeiro, una maestría en ciencias de la Universidad Estatal de Michigan y un MBA de la Universidad Estatal de Georgia.
David Weinberg, principal director independiente de Coca-Cola, calificó a Quincey, de 60 años, como un “líder transformador” que continuará activo en el negocio.
Durante los nueve años de Quincey como CEO, Coca-Cola añadió más de 10 marcas de miles de millones de dólares, incluidas BodyArmor y Fairlife. También introdujo a la compañía en el mercado de bebidas alcohólicas con Topo Chico Hard Seltzer, el cual salió a la venta en 2021.
En 2020, Quincey encabezó una reestructuración en la que se redujo las marcas de Coca-Cola a la mitad y despidió a miles de empleados. Quincey expresó que Coca-Cola quería simplificar su estructura y enfocar sus inversiones en productos de rápido crecimiento como sus jugos Simply y Minute Maid.
Pero a medida que Quincey deja el cargo de CEO, Coca-Cola enfrenta numerosos desafíos, incluida una tenue demanda de sus productos en Estados Unidos y Europa y un creciente escrutinio entre los clientes sobre sus ingredientes. Después de un impulso del presidente Donald Trump a mediados del año pasado, Coca-Cola dijo que lanzaría una versión de su refresco emblemático con azúcar de caña en lugar de jarabe de maíz de alta fructosa.
Weinberg manifestó que la junta confía en que Braun aprovechará las fortalezas de la compañía y buscará oportunidades de crecimiento a nivel global.
Las acciones de Coca-Cola se mantuvieron estables en las operaciones tras el cierre del mercado.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.



















