La irrupción estrepitosa de la nueva variante del coronavirus bautizada como “Ómicron” encendió las luces de las alarmas en los tableros sanitarios en buena parte del mundo y, de la noche a la mañana, alteró los planes de fin de año en numerosos países, especialmente en los de Occidente.
Todo lo publicado sobre la variante Ómicron
En medio de los temores y de la incertidumbre acrecentados por el número inusualmente grande de mutaciones que caracteriza a este microorganismo causante del Covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a sus estados miembro un comportamiento “racional” y “proporcional” frente al virus del momento.
“La respuesta mundial deber ser calmada, coordinada y coherente”, defendió el inmunólogo Tedros Adhanom Ghebreyesus, titular de la agencia de Naciones Unidas especializada en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención global en salud. Lo hizo durante una reunión de información sobre esta nueva variante en la sede de la agencia sanitaria de la ONU en Ginebra, Suiza.
“Comprendo la preocupación de todos los países por proteger a sus ciudadanos contra una variante que todavía no entendemos del todo. Pero también estoy preocupado por el hecho de que varios estados miembro implanten medidas generales y brutales que no están fundadas en pruebas ni son eficaces de por sí”, aclaró. Para el alto comisionado, algunas restricciones “no hacen más que agravar las desigualdades”, advirtió.
Sobre el razonamiento exhortó a tomar medidas inteligentes y proporcionales al riesgo, conforme al Reglamento Sanitario Internacional, instrumento jurídico de referencia para la OMS y para los países que la conforman.
Desigualdades de fondo
Tedros ratificó la necesidad de remediar las desigualdades en el acceso a las vacunas y de activar políticas sociales y de salud pública de manera adaptada y coherente. De lo contrario –advirtió–, “dejaremos que la pandemia se eternice y le daremos al virus posibilidades de que siga mutando de un modo que no podemos anticipar ni impedir”, razonó.
Si bien Ómicron fue detectada inicialmente en Sudáfrica la semana pasada, lo que llevó a numerosos países a suspender sus conexiones aéreas con el sur del tercer continente más extenso del planeta, Países Bajos informó ayer que la nueva variante del coronavirus ya estaba presente antes en esa comarca del noroeste europeo, caracterizada por sus canales, por los campos de tulipanes, por los molinos de viento y por las ciclovías.
La autoridad sanitaria de la ex-Holanda, el Instituto de Salud y Medio Ambiente, comunicó que encontró la variante Ómicron en muestras de dos personas tomadas el 19 y el 23 de noviembre.
Hasta ahora, el Gobierno del país de la Unión Europea (UE) había dicho que los primeros casos de la variante detectados en su territorio eran de pasajeros que habían llegado del sur de África el viernes pasado. Sin embargo, los dos casos anunciados ayer son anteriores a aquellos.
El anuncio de Países Bajos profundiza la incógnita sobre cuándo apareció en realidad la variante.
En Alemania, en tanto, autoridades de la ciudad de Leipzig informaron que detectaron una infección con la variante Ómicron en un hombre de 39 años que no había viajado al extranjero ni había estado en contacto con alguien que lo hubiera hecho, según la agencia de noticias alemana DPA.
Los anuncios llegaron un día después de que autoridades de Escocia anunciaron que entre sus primeros casos de Ómicron se encontraban personas que no habían viajado, por lo que sospechan que “ya podría haber algo de transmisión comunitaria de esta variante”.
En Portugal, en tanto, se descubrió que 13 jugadores de un club de fútbol de primera división estaban infectados; sólo uno de ellos había estado en Sudáfrica.
Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que Sudáfrica le informó de la detección de la variante el 24 de noviembre. Dos días después, el viernes pasado, científicos sudafricanos anunciaron el descubrimiento de la mutación en una conferencia de prensa.
¿Vacunación obligatoria en Alemania?
En función de las novedades sanitarias, el futuro jefe de Gobierno alemán, el canciller Olaf Scholz, se manifestó ayer a favor de la vacunación obligatoria contra el coronavirus para contener la nueva ola de la pandemia en su país.
Durante una reunión con la canciller saliente, Angela Merkel, y con los líderes de los 16 estados de Alemania, Scholz dijo que “hay debate sobre la vacunación obligatoria entre los diputados” y adelantó su posición a favor de una eventual norma legal con ese propósito.
El país germano evitó hasta ahora la opción de imponer la vacunación, algo que sí hará Austria a partir de 2022 y que tiene la aprobación de dos tercios de los alemanes, según un sondeo de los canales de televisión RTL y n-tv.
Esta medida, que fue aprobada para el personal de residencias de ancianos y de centros de salud así como para el Ejército, debería pasar antes por el Parlamento alemán.
