El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, avanzó otro paso en su afán de silenciar voces independientes y de clausurar espacios que no comulguen con su ideario ultrapersonalista y autoritario.
Este miércoles, el exguerrillero y líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional desde 1991 anunció la apertura del Centro Cultural y Politécnico “José Coronel Urtecho”; el sitio funcionará en el edificio central del diario opositor La Prensa, fundado en Managua, capital del país centroamericano, el 2 de marzo de 1926.
El martes, a través de la Procuraduría General de la República, el Gobierno nacional había entregado las instalaciones del periódico decano del país –valuadas por sus dueños en unos 10 millones de dólares– al Instituto Nacional Tecnológico (Inatec); la propiedad estaba ocupada por la Policía desde el año pasado.
La vicepresidenta nicaragüense y esposa del jefe político del país, Rosario Murillo Zambrana, destacó que el flamante centro cultural (bautizado con el nombre del polifacético poeta, dramaturgo, filósofo, historiador y fundador del movimiento literario La Vanguardia) “marca los días finales del odio y simboliza el camino de futuro, de amor y de esperanza”; lo hizo durante una entrevista con Radio Nicaragua, que controla el Estado nicaragüense.
Acto delincuencial
El periodista Carlos Fernando Chamorro calificó de “robo” la apropiación ilegal del edificio de La Prensa, diario del que su padre, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (asesinado a tiros en 1978 durante el régimen de Anastasio Somoza), fue editor.
“La Constitución de Nicaragua prohíbe de manera taxativa la confiscación de bienes; sin embargo, desde hace cuatro años hay en el país un estado policial y una dictadura totalitaria que ya confiscó otros medios de comunicación”, comentó a La Voz Chamorro, actual director de Confidencial, semanario fundado por él en 1996 y que a fines de 2018 también fue incautado por orden de Ortega, lo que motivó el exilio del periodista a Costa Rica.
“Ahora, después de un año de ocupación policial, declararon la confiscación ilegal de La Prensa. Esto es un robo, un acto delincuencial del Estado que no tiene ninguna base jurídica para poder ocupar y robarse un medio de comunicación”, razonó el editor nicaragüense e hijo menor de la expresidenta de Nicaragua, Violeta Barrios de Chamorro.
“El Gobierno puede confiscar medios de comunicación, pero no puede confiscar el periodismo independiente y eso es lo más relevante”, señaló el periodista.
“Seguimos buscando la verdad, investigando, denunciando la corrupción y las graves violaciones a los derechos humanos que hay en Nicaragua”, concluyó Chamorro.
Piedra contra los dientes
Desde el exilio, la junta directiva de La Prensa difundió un comunicado en el que recuerda que “en sus 96 años de vida (el diario), ha sufrido cierres, encarcelamiento de directivos y periodistas, el asesinato de su director Pedro Joaquín Chamorro Cardenal el 10 de enero de 1978, bombardeo y quema de sus instalaciones, asedio de turbas fanatizadas, censura, bloqueo aduanero a los suministros que hacen posible su impresión y, finalmente, la ocupación y robo de su propiedad inmueble, sus instalaciones y sus equipos de trabajo”.
Los directivos consideran que la imposición del nombre José Coronel Urtecho al centro cultural montado en el edificio apropiado de manera ilegal “será la piedra con la que (el gobierno de Ortega) se dará en los dientes”.
Recuerdan que en 1973, cuando La Prensa volvió a circular después del terremoto que devastó a Managua, el poeta de referencia envió un telegrama al director del diario en el que manifestaba: “Felicitaciones por la reaparición de La Prensa; para la conciencia del país, cuando La Prensa deja de salir, es como que no sucede nada o todo fuera mentira”, cierra la misiva.
“El pasado son ellos”, plantean los directivos del diario apropiado de manera ilegal en alusión al gobierno nicaragüense, que debajo del cartel colocado en el ingreso al Centro Cultural José Coronel Urtecho hizo inscribir la leyenda: “No volverá el pasado”.
“Ellos representan todos los antivalores que La Prensa ha enfrentado durante 96 años a costa de grandes sacrificios”, continúan la explicación de la valoración.
“La Prensa es sobre todo el compromiso del periodismo con la verdad, la libertad, la justicia y la democracia. Es el personal quien lo hace posible asumiendo los riesgos que luchar contra enemigos tan poderosos implica”, destacan en otro párrafo del comunicado.
“Otra vez nos quieren enterrar, pero, como ha sucedido en otras ocasiones, los enterrados serán ellos”, concluyen.
