El director gerente de la Corporación de Desarrollo del Ártico y el Lejano Oriente de Rusia, Ivan Pechorin, murió este lunes tras “caer por la borda” mientras navegaba en un barco por el Océano Pacífico, de acuerdo con reportes de la prensa rusa. Tenía 39 años.
El supuesto accidente habría ocurrido cerca de la isla Russki, ubicada a pocas millas de Corea del Norte, según informes del periódico Komsomolskaya Pravda. Especialistas en rescate hallaron su cuerpo en el mar casi 24 horas después de que se reportara su desaparición.
La compañía donde trabajaba publicó un breve comunicado donde afirman que “la muerte de Iván es una pérdida irreparable para amigos y colegas, una gran pérdida para la corporación”.
Muerte de funcionarios rusos
Desde principios de este año, varios funcionarios rusos vinculados a la explotación de gas, petróleo y otros sectores murieron en circunstancias confusas.
Igor Nosov era director ejecutivo de la misma empresa donde Pechorin se desempeñó hasta antes de su muerte. La versión oficial indica que falleció en febrero de este año, supuestamente a causa de un derrame cerebral. Tenía 43 años.
Otro de los decesos confirmados fue el de Ravil Maganov, presidente de la petrolera rusa Lukoil, tras “caer por una ventana” desde Hospital Clínico Central de Moscú. Las agencias rusas reportaron que el hombre salió a fumar en una zona que no estaba habilitada para pacientes.
Leonid Shulman, encargado del transporte de la compañía Gazprom Invest, murió en este año en Leninski. A pesar de que el hombre dejó una nota de suicidio, no se corresponde con las múltiples puñaladas que fueron halladas en su cuerpo por los médicos forenses.
Alexander Tyulakov, alto funcionario de Gazprom, murió en febrero de este año en el mismo pueblo que su excolega Shulman. De acuerdo con información del diario Novaya Gazeta, Tyulakov también escribió una carta de suicidio, aunque el cadáver –encontrado en el garaje de su vivienda– presentaba marcas de golpes.
Otra de las muertes sospechosas ocurrió en Surrey, Inglaterra. Mikhail Watford, multimillonario ruso de origen ucraniano, fue encontrado sin vida en su casa por la Policía, cuyos agentes informaron que el caso está siendo investigado.
El diario ruso Kommersant informó además de la muerte de Vasily Melnikov, propietario de la empresa farmacéutia MedStom. El cuerpo del hombre y el de toda su familia fue encontrado en la ciudad de Nizhny Novgorod durante el mes de marzo. El comité a cargo de la investigación informó que “no había signos de entrada no autorizada en el apartamento”, que “se encontraron e incautaron cuchillos” y que “se están considerando varias versiones de lo sucedido, incluyendo el asesinato de los hijos y la esposa por el jefe de la familia, seguido de una muerte autoinfligida”.
Siguiendo con la línea de casos sospechosos, el cadáver de Vladislav Avayev -expresidente de Gazprombank- fue hallado junto a su mujer y su hija en un departamento de Moscu en abril de este año. La agencia estatal Tass reportó que se trataría de dos homicidios seguidos de suicidio, aunque amigos de las víctimas afirmaron que Avayev poseía “secretos financieros” que incomodaban a más de un alto funcionario.
El cuerpo de Sergey Protosenya, ejecutivo de Novatek –una empresa vinculada a Gazprom– fue encontrado un día después de la muerte de Avayev. Al igual que este último, el funcionario murió junto a su mujer y su hija en Barcelona.
Los restos de Yevgeny Palant, empresario del sector tecnológico, aparecieron en abril junto a los de su esposa: ambos tenían heridas cortantes. La Policía informó que la mujer lo asesinó y después se suicidó cuando el hombre quiso dejarla.
Alexander Subbotin (43), un multimillonario que trabajó en Lukoil, murió –según medios rusos– en mayo de este año tras “seguir el consejo de chamanes”. Una de las versiones en torno a su muerte afirma que el hombre sufrió un ataque al corazón tras recibir veneno de sapo.
Yuri Voronov (61), también vinculado a la empresa Gazprom, apareció flotando en la piscina de su mansión en San Petersburgo. En el fondo había una pistola: el hombre tenía una bala en la cabeza.
