Dolientes de todo el mundo formaron una lenta y pausada procesión por el pasillo central de la basílica de San Pedro para rendir su último adiós al papa Francisco, y encontraron consuelo en la comunidad mientras pasaban horas esperando para llegar hasta el ataúd abierto del pontífice argentino, recordado por crear un clima de inclusión.
El velatorio público se reanudó este jueves por la mañana, un día después de que comenzara con una afluencia tan alta que el Vaticano dijo que consideraría ampliar el horario para satisfacer la demanda.
La tumba de Francisco estará en el suelo y en ella se reproducirá su crucifijo pectoral
La tumba del papa Francisco en la basílica romana de Santa María La Mayor será sencilla, en el suelo, y contará con una reproducción de su crucifijo pectoral, reveló este jueves la Santa Sede al divulgar la primera foto del sepulcro.
La sepultura se encuentra en la nave izquierda de la basílica que él prefirió en vida para reposar, en vez de la cripta vaticana, y tendrá una lápida en el suelo con la inscripción “FRANCISCUS”, su nombre pontificio en latín, tal y como dispuso en su testamento.
En la pared mostrará una representación de la cruz pectoral del Papa, en plata con la imagen del Buen Pastor.
La tumba estará entre la Capilla Paolina, que alberga la Virgen “Salus Populi Romani”, de la que Francisco era muy devoto, y la de la familia Sforza.
En concreto, en un lateral del altar de San Francisco, el santo de los pobres de quien Bergoglio adoptó su nombre pontificio.
Unos 50 jefes de Estado y diez reyes asistirán al funeral del papa, según el Vaticano
Alrededor de cincuenta jefes de Estado o de Gobierno y 10 reyes asistirán el próximo sábado al funeral del papa Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano, según confirmó este jueves la Santa Sede.
Menem descartó que una comitiva legislativa viaje a Roma para despedir a Francisco
El presidente de la Cámara de Diputados aclaró que los que deseen asistir al funeral deberán hacerlo por sus propios medios.
“En las últimas horas, infundadas versiones indicaron que el viaje de la delegación de la Cámara de Diputados al Vaticano sería costeado con fondos públicos. Quiero ser claro al respecto: cualquier legislador está en libertad absoluta de concurrir a las exequias del Papa, pero deberá costear los gastos con sus propios recursos”, sentenció Menem en una publicación en redes sociales.

Cómo será el cortejo fúnebre del papa Francisco
El cortejo fúnebre del papa Francisco se realizará el sábado y recorrerá las calles de Roma hasta la basílica de Santa María la Mayor para su entierro en un vehículo, pero “a paso de persona”, informó este jueves la oficina de prensa del Vaticano.
Aunque aún no se ha determinado el recorrido que llevará el féretro tras la misa de exequias en la plaza de San Pedro a la basílica romana, se comunicó que la comitiva se desplazará lentamente para que los romanos y fieles puedan ver el paso del féretro.

El médico del papa contó cómo fueron los instantes finales
El médico de Francisco se encontró al pontífice con los ojos abiertos y respirando con normalidad, pero sin reaccionar, cuando fue llamado al Vaticano en la madrugada del lunes, según reportó el jueves el periódico italiano Corriere della Sera.
El doctor Sergio Alfieri coordinó el tratamiento hospitalario que recibió el papa durante cinco semanas a causa de una neumonía bilateral y continuó supervisando sus cuidados cuando regresó al Vaticano el 23 de marzo para cumplir con un descanso de dos meses que le permitiera recuperarse por completo.

A las 5:30 de la mañana del lunes, el enfermero del papa, Massimiliano Strappetti, avisó a Alfieri de que Francisco había sufrido un derrame cerebral y debía ser trasladado al hospital. El médico contó al Corriere que llegó 20 minutos después.
“Entré en su habitación y tenía los ojos abiertos. Noté que no tenía problemas respiratorios, así que intenté llamarlo, pero no respondió”, dijo Alfieri según fue citado por el diario.
Miles y miles de fieles
Casi 20.000 personas presentaron sus respetos al papa en las primeras ocho horas y media.
Entre ellas había un grupo de adolescentes de 14 años de una parroquia próxima a Milán que llegaron para la ahora suspendida canonización del primer santo millennial, así como una mujer que rezó al papa por el éxito de una operación y una familia italiana que llevó a sus pequeños hijos a ver el cuerpo de Francisco.

“Vinimos porque no los trajimos cuando estaba vivo, así que pensamos que podíamos traerlos para el último adiós”, contó Rosa Scorpati a la salida de la basílica el miércoles, con sus tres hijos en cochecitos. “Se han portado bien, pero no creo que lo hayan entendido realmente porque aún no han tenido que lidiar con la muerte”.
Como muchos otros, la familia Scorpati, natural de Calabria, estaba en Roma de vacaciones de Semana Santa cuando se enteraron de la noticia de la muerte de Francisco el lunes de Pascua.
Testimonios desde el Vaticano
Por devoción al papa y a su mensaje de inclusión, los afligidos fieles se sumaron a la procesión de dolientes que serpenteaba desde la Plaza de San Pedro a través de la Puerta Santa de la basílica, donde los arrepentidos obtuvieron una indulgencia, una forma de expiación concedida durante el Año Santo Jubilar.
Desde allí, la fila se extendía por el pasillo central del templo hasta el sencillo ataúd de madera del religioso.
A última hora de la tarde del miércoles, la espera parecía ser de tres o cuatro horas e iba en aumento.

Una persona encargada de controlar a la multitud estimó que la espera estaba más cerca de cinco horas. Los dolientes se extendían por el centro de la Vía de la Conciliación, por un carril reservado para los peregrinos del Jubileo.
Los preparativos para la misa fúnebre
Después de tres días de capilla ardiente, el sábado se celebrará una misa fúnebre en la Plaza de San Pedro a la que asistirán jefes de Estado. El papa será enterrado en un nicho dentro de la basílica de Santa María la Mayor, cerca de su imagen favorita de la Madonna.
La muerte de Francisco, de 88 años, culminó un pontificado de 12 años caracterizado por su preocupación por los pobres y su mensaje de inclusión, pero también fue criticado por algunos conservadores que se sentían alienados por su postura progresista.
Una procesión de sacerdotes, obispos y cardenales acompañó el miércoles al cuerpo del pontífice en su viaje desde una capilla privada dentro del Vaticano hasta la Plaza de San Pedro.

La pompa del acto contrastaba con las interacciones humanas de quienes asistieron al velatorio público.
Testimonios de dolor y conmoción
Francisco yace en un ataúd abierto, colocado sobre una pequeña rampa mirando hacia los dolientes, con cuatro miembros de la Guardia Suiza haciendo guardia. A medida que la multitud llegaba al ataúd, muchos levantaban sus celulares para tomar una foto.
Una monja que acompañaba a una anciana con un bastón se alejó sollozando. “Mi papa se ha ido”, dijo.
Esa muestra de desolación era inusual. El ambiente era más de gratitud por un pontífice que, con su ejemplo, enseñó a muchos a abrir sus mentes.
“Soy muy devota del papa”, afirmó Ivenes Bianco, que viajó a Roma desde la ciudad italiana de Brindisi para una operación. “Fue importante para mí porque unió a mucha gente al fomentar la convivencia”. Además, recordó la aceptación del religioso argentino hacia la comunidad gay y su insistencia en ayudar a los pobres.

Humbeline Coroy llegó a Roma desde Perpignan, en Francia, para la canonización de Carlo Acutis, de 15 años, que estaba prevista para el domingo pero fue suspendida tras la muerte del papa. Se quedó para rendir homenaje a Francisco y disfrutó charlando con los dolientes japoneses que conoció mientras esperaban bajo el sol en la Plaza de San Pedro.
“Para mí, es muchas cosas. En mi trabajo, trabajo con niños discapacitados, y viajé a Madagascar para trabajar con personas pobres. Estar aquí, y cerca del papa, es una forma de integrar estas experiencias y hacerlas concretas”, señaló Coroy, quien también rezó por su padre enfermo de cáncer.
Para Alessandra Nardi, la muerte del papa le evocó la de su querido tío Luigi tres años atrás, quien solía llamarla desde la Plaza de San Pedro cuando iba a ver a Francisco oficiar misa. “Me dejaba escuchar las campanas. Era algo hermoso”.
El colombiano Riccardo Ojedea señaló que su experiencia en la fila de la capilla ardiente durante dos horas le mostró cuánto “ama la humanidad al papa”.
“Dejó un legado muy importante para todos, para hacer de este mundo un lugar más feliz”, manifestó.