A 18 años de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann, el caso vuelve a cobrar intensidad con una nueva teoría que apunta a una pareja británico-alemana y la reanudación de las búsquedas en la zona donde ocurrieron los hechos. Mientras tanto, Christian Brueckner, quien hasta el momento es el principal sospechoso, se acerca a la fecha de su posible liberación.
La nueva línea de investigación surgió tras el testimonio de un vecino que denunció haber escuchado una fuerte discusión entre una pareja al día siguiente de la desaparición de Madeleine en mayo de 2007. Según el diario Mirror, este vecino afirmó haber oído un grito desde el interior de la casa de la pareja preguntando: “¿Por qué la trajiste?“.
Aunque la hermana del hombre presentó una denuncia y la policía portuguesa solicitó a las autoridades alemanas investigar a la pareja, e incluso pidió autorización para un agente encubierto, la fiscalía alemana desestimó la petición. La decisión fue centrar los esfuerzos exclusivamente en Christian Brueckner.
Paralelamente a esta revelación, las autoridades de Portugal y Alemania retomaron las búsquedas cerca del lugar de la desaparición, en el municipio de Lagos, sur portugués. La Policía Judicial portuguesa confirmó que las operaciones, lideradas por la Fiscalía de Braunschweig en el marco de un proceso preliminar contra Brueckner, se iniciaron a principios de junio y se extenderían hasta el viernes 6 de junio.
Unos 30 inspectores participan en el operativo, que incluye el uso de un radar capaz de escanear hasta 4,5 metros de profundidad. La zona de análisis comprende un chalet utilizado por Brueckner, situado cerca de donde desapareció Madeleine en Praia da Luz en mayo de 2007. Las pruebas que se incauten serán entregadas al Servicio Federal de Policía Criminal alemán. Los últimos registros en la región habían ocurrido hace dos años en el embalse de Arade.
Christian Brueckner: principal sospechoso
Christian Brueckner, de 47 años, fue oficialmente señalado como sospechoso tanto en Alemania como en Portugal, pero aún no fue acusado formalmente por la desaparición de la niña británica. En la época de los hechos, Brueckner vivía en la costa portuguesa del Algarve, cerca del complejo vacacional de los McCann.
La señal de un celular a su nombre fue registrada cerca de su alojamiento la noche de la desaparición. Brueckner, de 48 años según otra mención, fue extraditado de Portugal a Alemania en 2017 por un caso de abuso sexual a menores en Grecia. Actualmente, cumple una condena de siete años por la violación de una mujer estadounidense en 2005, también en el sur de Portugal. Podría quedar en libertad en septiembre tras ser absuelto de otros cargos.
Este nuevo operativo revivió la esperanza de encontrar respuestas en un caso que mantiene en vilo al mundo desde hace más de 18 años.
A principios de mayo, al cumplirse 18 años de la desaparición de su hija, los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, difundieron un comunicado reafirmando su inquebrantable determinación de “no dejar piedra sin mover” para encontrarla. La familia recordó que Madeleine estaría cumpliendo 22 años este mes y enfatizó que, sin importar la distancia, “ella sigue estando aquí con nosotros, todos los días”.
