En una conversación telefónica que se dio este miércoles, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, se comprometieron a “ultimar el diálogo” para concretar la firma del tratado entre la Unión Europea y el Mercosur.
Según fuentes oficiales del gobierno brasileño, la intención de este tratado es cerrar el acuerdo “este semestre”. La estrategia busca aprovechar la presidencia temporal de Brasil en el bloque regional, que culminará en diciembre con la cumbre del Mercosur.
El tratado, en negociación durante 25 años, busca fomentar el libre comercio entre ambos bloques y ampliar los mercados para productos sudamericanos. La iniciativa cobra relevancia especialmente ante los aranceles punitivos impuestos por Estados Unidos, con un gravamen del 50% sobre bienes brasileños. Lula enfatizó la necesidad de diversificar destinos comerciales potenciando el vínculo con Europa.
Resistencias europeas y desafíos ambientales
A pesar del avance en el diálogo, la firma del acuerdo enfrenta resistencias significativas dentro de Europa, lideradas por Macron y otros mandatarios preocupados por el impacto ambiental y la protección del sector agropecuario europeo. La postura de Francia refleja inquietudes sobre deforestación y estándares agrícolas, que retrasaron la concreción del pacto comercial.
El comunicado oficial no profundizó en estos puntos, pero subrayó la voluntad conjunta de avanzar en negociaciones multilaterales que consideren los intereses tanto de países desarrollados como del Sur Global.
Contexto internacional y cooperación multilateral
Además del acuerdo comercial, Lula y Macron analizaron la compleja agenda global marcada por la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense Donald Trump y la crisis generada por la invasión rusa a Ucrania. Ambos líderes coincidieron en la importancia del multilateralismo y el libre comercio como ejes para promover la colaboración internacional.
El presidente brasileño anunció su intención de convocar una conferencia virtual en el marco del foro Brics en septiembre próximo, con el fin de impulsar la cooperación entre economías emergentes y desarrolladas.
La llamada, que duró aproximadamente una hora, también incluyó el compromiso de mantener conversaciones constantes sobre desafíos mundiales como el fin del conflicto en Ucrania, la lucha contra el hambre y el cambio climático.