El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, viajará al Vaticano para acudir al funeral del papa Francisco, que se oficiará el próximo sábado, informaron este martes fuentes oficiales.
Lula viajará con su esposa, Rosângela ‘Janja’ da Silva, y una comitiva oficial cuya composición aún no ha sido divulgada por el Gobierno.
El mandatario brasileño, de tendencia progresista, destacó el papel de Francisco como defensor de “los excluidos, de los más pobres, de los agraviados, de los inmigrantes, de los sin voz, de las víctimas del hambre y del abandono”.
El Gobierno brasileño decretó siete días de luto oficial por la muerte del sumo pontífice, de 88 años, ocurrida este lunes en el Vaticano, a causa de un derrame cerebral.
El cuerpo sin vida de Francisco se expondrá desde este miércoles en una capilla ardiente durante tres días para que los fieles puedan despedirlo.
Después de una ceremonia en la plaza de San Pedro, a la que asistirán personalidades de todo el mundo, será trasladado el sábado a la Basílica de Santa María la Mayor de Roma para la sepultura.

Brasil es uno de los países con mayor número de católicos del mundo, aunque en las últimas décadas el número de fieles de este credo está en descenso, ante el auge de las iglesias neopentecostales.