La Organización de Naciones Unidas (ONU) denunció este martes al dictador venezolano Nicolás Maduro y sus jefes de inteligencia civil y militar por cometer crímenes de lesa humanidad con el objetivo de reprimir a la oposición y disidentes del régimen chavista.
La misión internacional de Naciones Unidas para investigar crímenes en Venezuela publicó un informe donde afirma que “Nicolás Maduro y otras autoridades de alto nivel fueron los artífices en el diseño, implementación y mantenimiento de una maquinaria para reprimir a la disidencia”.
“El Estado venezolano utiliza los servicios de inteligencia y a sus agentes para reprimir la disidencia en el país. Esto conduce a la comisión de graves delitos y violaciones de los derechos humanos, incluidos actos de tortura y violencia sexual”, subraya el reporte remitido a la prensa.
El texto detalla los hallazgos que la misión realizó en 2020 y apunta directamente contra la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Crímenes en Venezuela
La misión señaló como responsable de graves delitos a Gustavo Enrique González, actual director del Sebin, la policía política del chavismo. Otros de los mencionados de dicha institución son Carlos Alberto Calderón, director del centro de detención Helicoide durante 2014 y 2018; y Ronny González, número dos de Calderón.
En la Dgcim aparecen como represores su director general, Iván Rafael Hernández, y los jefes que estuvieron a cargo de distintas áreas de la institución: Rafael Antonio Franco, Hannover Esteban Guerrero y Alexander Enrique Granko.
Sin embargo, el informe señala que todos ellos estuvieron bajo las órdenes de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, número uno y dos de la Revolución bolivariana.
“Los actos de violencia documentados no fueron realizados por individuos aislados y sin conexión actuando solos dentro del Sebin y la Dgcim. Estas violaciones, que constituyen crímenes de lesa humanidad, fueron parte de una política deliberada del gobierno para silenciar, y sofocar a la oposición”.
De acuerdo con el reporte de la Onu, la Dgcim es responsable de al menos 122 casos documentados de tortura, tratos inhumanos y violencia sexual, sobre todo en Boleíta, la sede central que el organismo tiene en Caracas. Por el lado del Sebín, los casos documentados son 51, especialmente en el Helicoide. Las víctimas son activistas, periodistas, manifestantes y opositores.
Nicolás Maduro
La misión estuvo a cargo de la jurista Marta Valiñas. Los casos denunciados ocurrieron entre 2017 y 2019, aunque las violaciones de derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad del gobierno de Venezuela continúan hasta nuestros días. Para la Onu, el sistema de represión del régimen chavista mantiene en la actualidad idénticas estructuras, patrones y prácticas.
“Nuestras investigaciones y análisis demuestran que el Estado venezolano se apoya en los servicios de inteligencia y sus agentes para reprimir la disidencia en el país. Al hacerlo, se están cometiendo graves delitos y violaciones de los derechos humanos, incluidos actos de tortura y violencia sexual”, denunció la presidenta de la misión.
“Estas prácticas deben cesar inmediatamente, y los responsables deben ser investigados y procesados de acuerdo con la ley”, añadió.
