Una discusión política candente en Alemania motivada por la escasez de gas y el sensible aumento del costo de la energía en la antesala de la época más fría del año en el centro de Europa, pone en evidencia las consecuencias de la dependencia que tiene el país germano de Rusia en cuanto al suministro del combustible, elemental para la calefacción de los hogares y de mucha industrias alemanas.
Avizorando las inclemencias del invierno que se asoma en el calendario, el vicepresidente del Parlamento alemán, Wolfgang Kubicki, pidió este viernes la apertura del gasoducto Nord Stream 2 para garantizar el suministro del insumo básico durante la temporada invernal que se avecina.
El legislador había declarado la apertura del gasoducto estratégico como una prioridad para el Gobierno alemán con el propósito de “evitar que el país se quede sin combustible, sin importar que (el presidente ruso) Vladimir Putin esté o no en el poder”.
La infraestructura a la que se refiere Kubicki es un gasoducto de gas natural construido en alta mar desde Viborg, en Rusia, hasta Greifswald, en Alemania.
El tendido (ya construido en su totalidad) tiene una capacidad anual total de 55 mil millones de metros cúbicos de gas.
En febrero de 2022, como consecuencia de la invasión de tropas rusas a territorio ucraniano, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, ordenó detener la aprobación del proyecto Nord Strem 2.
“Tenemos que abrir el Nord Stream 2 cuanto antes para rellenar nuestros depósitos de gas para el invierno”, sugirió el parlamentario, quien también es miembro del PLD. “No veo razón alguna para no hacerlo”, cerró la entrevista con el grupo de medios de comunicación alemán RND.
Los socios se despegan
La coalición del Gobierno alemán que conforman el Partido Socialdemócrata (SPD), el Partido Democrático Libre (PDL) y los Verdes tomó distancia del pedido de Kubicki.
El secretario general del Partido Demócrata Libre, Bijan Djir-Sarai, reprochó a su compañero de bancada al señalar que “Rusia emplea la política energética como arma” y opinó que “la unidad de la Unión Europea y de Naciones Unidas contra Rusia no puede ser objeto de compromisos”.
En tanto, el líder de los Verdes, Omid Nouripour, también lamentó la propuesta de Kubicki, a la que calificó de “ineficaz” porque “Rusia ya está cortando el suministro a través de otro gasoducto, el Nord Stream 1″. En consecuencia –razonó– “es completamente irrelevante cuántos gasoductos vacíos quiera uno abrir”.
Nouripour se refirió al comunicado que Moscú difundió este viernes para informar que el gasoducto Nord Stream 1 –clave para el suministro actual de gas hacia el centro de Europa– no funcionará del 31 de agosto al 2 de septiembre. Gazprom –la mayor compañía rusa controlada por el Estado– justificó la medida en razones de “mantenimiento”.
El gigante ruso explicó que la única estación de bombeo que sigue activa se paralizará temporalmente en esos días y que, una vez concluidos los trabajos, el flujo de gas se retomará a un nivel de 33 millones de metros cúbicos diarios, según un despacho de la agencia Interfax.
Alemania confía en este gasoducto para cubrir la demanda interna, dado el freno que puso Scholz a la aprobación de Nord Stream 2.
