El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quedó un paso más cerca de ser declarado culpable de intentar un golpe de Estado. Dos jueces del Supremo Tribunal Federal votaron a favor de condenarlo, en un proceso que podría convertirse en un hecho histórico para la democracia del país vecino.
El juez Alexandre de Moraes, considerado uno de los principales adversarios de Bolsonaro, afirmó que el exmandatario encabezó un complot golpista y una organización criminal. “Brasil casi regresó a una dictadura de 20 años”, señaló, en referencia al régimen militar (1964-1985). También votó en contra del exmandatario el juez Flávio Dino, mientras que tres magistrados aún deben pronunciarse.
De Moraes habló durante cinco horas y enumeró una serie de “actos ejecutorios” que, según él, evidencian el plan golpista: desde sembrar dudas sobre el sistema electoral hasta la redacción de un decreto para suspender los resultados de 2022, además de los disturbios del 8 de enero de 2023.
Los cargos contra Bolsonaro y las penas posibles
Bolsonaro enfrenta cinco cargos: intento de golpe de Estado, participación en una organización criminal armada, intento de abolición violenta del Estado de derecho democrático y dos delitos vinculados a la destrucción de propiedad estatal. Solo el cargo de complot golpista podría significarle hasta 12 años de prisión.
En caso de ser declarado culpable, cada juez podrá recomendar una pena distinta, y un magistrado será designado para promediar la condena final. Bolsonaro permanece con arresto domiciliario y una tobillera electrónica.

El abogado Celso Vilardi sostuvo que el decreto para suspender las elecciones nunca se firmó y que Bolsonaro ordenó una transición de poder a Lula da Silva. “La planeación no es la ejecución”, insistió. El expresidente, por su parte, calificó el proceso como una “cacería de brujas” y reiteró que se trata de un juicio con motivaciones políticas.
Repercusiones políticas y diplomáticas
El caso generó tensiones internacionales. Donald Trump, aliado de Bolsonaro, vinculó directamente un aumento arancelario a los productos brasileños con la situación judicial del exmandatario y sigue de cerca el proceso. En paralelo, miles de seguidores salieron a las calles en su apoyo. En San Pablo, Michelle Bolsonaro aseguró en un discurso que su esposo “ama al país”.
Analistas anticipan que, si la condena avanza, podrían aplicarse sanciones diplomáticas o restricciones comerciales, lo que complicaría aún más la relación con Estados Unidos.
Un juicio sin precedentes en Brasil
Es la primera vez que un expresidente y altos mandos militares enfrentan un juicio por conspirar contra la democracia en Brasil. Además de Bolsonaro, están acusados exministros de Defensa como Walter Braga Netto y Paulo Sérgio Nogueira. Observadores remarcan que el proceso podría marcar un antes y un después en la historia política brasileña.