La mayoría de un panel de jueces del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil votó este jueves por condenar al expresidente Jair Bolsonaro por intentar un golpe de Estado con el fin de permanecer en el cargo, a pesar de su derrota electoral en 2022.
Desde Brasil, la periodista Eleonora Gosman hizo un análisis para La Voz En Vivo.
El exmandatario fue condenado a 27 años y tres meses de prisión. Se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario en Brasilia.

Además, otros siete procesados fueron condenados por delitos contra la democracia, entre ellos intento de abolición del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, organización criminal, deterioro de patrimonio protegido y daño calificado.
El día que la democracia tembló en Brasil
El 8 de enero de 2023 se grabó en la memoria democrática de Brasil como una jornada de asalto sin precedentes a las instituciones.
Miles de simpatizantes del entonces expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron y vandalizaron las sedes de los tres poderes de la República: el Congreso Nacional, el Tribunal Superior de Justicia y el Palacio del Planalto en Brasilia.

Lula da Silva califica lo que pasó como una obra de “terroristas” y “fascistas fanáticos” que buscaba subvertir el proceso de transición de poder tras la victoria electoral de Luiz Inácio Lula da Silva en 2022, bajo la creencia de un supuesto fraude electoral.
redes sociales, desinformación y miles de simpatizantes organizados
Las noticias falsas fueron un elemento central en las elecciones brasileñas de 2022. Se difundieron mensajes falsos sobre fraude electoral y la obligación de los simpatizantes de Bolsonaro de hacer algo al respecto.
La movilización fue impulsada significativamente a través de redes sociales, que culminó en la invasión y destrucción de edificios públicos. De esta manera, los seguidores de Bolosnaro demostraron su enfrentamiento con la administración de Lula.

En respuesta, el presidente Lula da Silva decretó la intervención federal en el Distrito Federal hasta finales de enero de 2023, con el objetivo de restaurar el orden público.
Se identificó una “operación de seguridad defectuosa” por parte de la policía militar del Distrito Federal, la cual fue acusada de “incompetencia, mala voluntad o mala fe”.
Paralelamente a la acción gubernamental, surgió en Instagram el perfil “ContraGolpe Brasil” el mismo 8 de enero, que rápidamente acumuló más de 900.000 seguidores. Su misión era identificar a los participantes en el intento golpista utilizando el contenido que ellos mismos publicaban en sus redes, colaborando así con los organismos oficiales en su rastreo y responsabilización.

Este fenómeno demostró cómo las redes colaborativas de comunicación en línea pueden actuar como fuente de transformación social y movilización ciudadana ante eventos coyunturales.
Las señales que anticipaban un posible golpe si Bolsonaro no ganaba
En año de elecciones, Bolsonaro advirtió a sus ministros en julio de 2022 que “va a haber un caos en Brasil si vence el PT”, en referencia al Partido de los Trabajadores de Lula.
Bolsonaro llegó a plantear dudas infundadas sobre el sistema de votación ante varios diplomáticos extranjeros.

En agosto de 2022, siendo ya investigado por la justicia, el mandatario lanzó una advertencia mientras estaba reunido con líderes evangélicos.
“Tengo tres alternativas para mi futuro: estar preso, estar muerto o la victoria”, dijo Bolsonaro. “Puede tener certeza de que la primera alternativa no existe”.
La reacción de Bolsonaro tars perder el balotaje: el inicio de su intento de permanencia en el poder
En el balotaje Lula recibió 51% de los votos y venció a Bolsonaro, que obtuvo 49% y se encerró en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, durante 40 días sin hablar en público.

Seguidores de Bolsonaro comenzaron a acampar frente a cuarteles con carteles que pedían una “intervención federal” y la prisión de jueces del Supremo.
Las pruebas recogidas señalan personal de la administración de Bolsonaro asistieron a esos acampes y ayudaron en la logística para alcanzar a manifestantes hasta estos sectores de manifestación.
Uno de los allegados a Bolsonaro admitió ante el Supremo que redactó un plan llamado “Puñal Verde y Amarillo”, que contemplaba asesinar a Lula, a su vicepresidente electo Geraldo Alckmin y a Moraes.
Si bien negó que el documento se haya presentado a alguien, la fiscalía determinó que el militar lo imprimió en noviembre de 2022 antes de reunirse con Bolsonaro.
El plan detallaba el armamento necesario para concretarse, desde pistolas a lanzagranadas, aunque manejaba también la posibilidad de envenenar a Lula y Moraes.
La misión estuvo a punto de ser llevada a cabo, pero por un motivo desconocido se cancelo.

Los antecedentes que fueron juzgados en el juicio que dio por culpable a Bolsonaro
El 7 de diciembre de 2022 fue clave: Bolsonaro se reunió con los comandantes del Ejército y de la Marina para presentarles el proyecto de decreto que preveía declarar un estado de sitio, previsto para casos de conmoción grave y que limita derechos fundamentales.
Pero el jefe castrense, general Marco Antonio Freire Gomes, advirtió que se negaría a apoyarlo. Una semana más tarde, hizo lo mismo el comandante de la Fuerza Aérea.
La policía federal concluyó que la falta de apoyo de los jefes de militares de tierra y aire hizo naufragar la conspiración golpista.
Durante su juicio, Bolsonaro admitió haber analizado con jefes militares las “posibilidades” que tenía tras perder las elecciones, pero sostuvo que ellas estaban dentro de la Constitución y negó haber intentado un golpe.
