JERUSALÉN. Israel anunció el viernes que planea tomar el control de la Ciudad de Gaza, en una nueva escalada de su guerra de 22 meses con Hamás que provocó el rechazo del grupo insurgente, renovó los llamados internacionales a poner fin al conflicto y avivó la preocupación por la suerte de los rehenes que siguen en la Franja.
La campaña aérea y terrestre de Israel ha matado ya a decenas de miles de personas en Gaza, desplazó a la mayor parte de su población, arrasó vastas zonas y empujó al territorio a la hambruna. El momento en el que se llevará a cabo otra gran operación terrestre sigue sin estar claro, ya que probablemente dependerá de la movilización de miles de soldados y de la evacuación forzosa de civiles, lo que casi con toda seguridad exacerbará la catástrofe humanitaria.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, había esbozado antes del anuncio planes más radicales: durante una entrevista con Fox News, afirmó que el país planeaba hacerse con el control de toda la Franja. Israel ya controla alrededor de tres cuartas partes del devastado enclave.
Hamás rechazó los planes actuales de Israel en un comunicado y afirmó que la población gazatí “seguirá resistiendo contra la ocupación”.
“Ampliar la agresión contra nuestro pueblo palestino no será un paseo”, señaló la milicia.
Netanyahu insinúa planes para una guerra aún más amplia Una ofensiva ampliada podría aumentar la discordia entre Israel y las potencias internacionales, que han intensificado sus críticas a la guerra en medio de los reportes de hambruna en Gaza pero en su mayoría no han tomado medidas concretas. Australia y Reino Unido pidieron a Israel que reconsidere su postura.
“La decisión de Israel de intensificar aún más su ofensiva en Gaza es incorrecta”, declaró el primer ministro británico, Keir Starmer, en un comunicado. “Solo provocará un mayor derramamiento de sangre (...) Ambas partes deben alejarse del camino de la destrucción”.
Las tensiones podrían aumentar aún más si Netanyahu lleva a cabo sus planes más radicales de quedarse con el control de todo el territorio.
El plan israelí, que se anunció después de la reunión del Gabinete de Seguridad el jueves por la noche, no llegó a lo que había sugerido Netanyahu, y podría estar pensado, en parte, para presionar a Hamás para que acepte un alto el fuego en los términos de Israel.
También podría reflejar las reservas del máximo responsable militar israelí, el teniente general Eyal Zamir, quien supuestamente advirtió que ampliar las operaciones pondría en peligro a los aproximadamente 20 rehenes vivos que quedan en manos de Hamás y supondría una carga adicional para el ejército después de casi dos años de guerras regionales.
El ejército “se preparará para tomar el control de la Ciudad de Gaza mientras proporciona ayuda humanitaria a la población civil fuera de las zonas de combate”, dijo la oficina de Netanyahu en un comunicado después de la reunión.
“No queda nada por ocupar” Israel ha bombardeado repetidamente la Ciudad de Gaza y ha llevado a cabo numerosas incursiones allí, solo para regresar a diferentes vecindarios una y otra vez mientras los insurgentes se reagrupaban. Hoy es una de las pocas zonas del sitiado enclave que no se ha convertido en una zona de seguridad israelí o está bajo órdenes de evacuación.
Una gran operación terrestre en la urbe podría desplazar a decenas de miles de personas y obstaculizar aún más los esfuerzos para repartir alimentos al territorio azotado por el hambre.
No está claro cuántas personas residen en la ciudad, que era la más grande de la Franja antes de la guerra. Cientos de miles huyeron siguiendo las órdenes de evacuación en las primeras semanas del conflicto, pero muchos regresaron durante un alto el fuego a principios de este año.
Los palestinos ya anticipaban más sufrimiento antes de la decisión, y al menos 42 murieron en ataques aéreos y tiroteos israelíes el jueves, según hospitales locales.
“No queda nada que ocupar”, dijo Maysaa al-Heila, que vive en un campamento para desplazados. “Ya no queda Gaza”.
De los fallecidos el jueves, el Hospital Nasser dijo que al menos 13 buscaban ayuda en una zona controlada por el ejército israelí en el sur de la Franja, donde los convoyes de ayuda de Naciones Unidas suelen ser abordados por multitudes hambrientas y otros que roban alimentos para luego revenderlos.
Otras dos personas perdieron la vida en caminos que llevan a sitios cercanos administrados por la Fundación Humanitaria de Gaza —un contratista estadounidense respaldado por Israel—, según el hospital, que recibió los cuerpos.
La FHG indicó que no se registraron incidentes violentos dentro o cerca de sus centros el jueves. El ejército israelí dijo que sus tropas no efectuaron disparos por la mañana y que no tenía conocimiento de enfrentamientos en la zona. El acceso a la zona militar, conocida como corredor Morag, está vetado a los medios independientes.
La ofensiva militar israelí ha matado a más de 61.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no diferencia entre combatientes y civiles. El ministerio es parte del gobierno dirigido por Hamás y está compuesto por profesionales médicos.
Naciones Unidas y expertos independientes consideran las cifras del ministerio como la estimación más fiable de las bajas. Israel ha rechazado el dato, pero no ofrece los suyos propios.
“No queremos quedárnosla” Preguntado en la entrevista con Fox News, previa a la reunión del Gabinete de Seguridad, si Israel “tomaría el control de toda” la Franja, Netanyahu afirmó que ”Tenemos la intención de hacerlo, para garantizar nuestra seguridad, eliminar a Hamás de allí”.
“No queremos quedárnosla. Queremos tener un perímetro de seguridad”, declaró el primer ministro. “Queremos entregarla a fuerzas árabes que la gobiernen de forma adecuada sin amenazarnos y dando a los gazatíes una buena vida”.
Insurgentes liderados por Hamás secuestraron a 251 personas y mataron unas 1.200 más en el ataque del 7 de octubre de 2023 sobre el sur de Israel, que desencadenó la guerra. La mayoría de los rehenes han sido liberados en acuerdos de alto el fuego o de otro tipo, pero unos 50 siguen en el enclave y se cree que alrededor de 20 de ellos están vivos.
El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, afirmó el viernes que el plan del gabinete los pondría en peligro y no haría avanzar a Israel hacia sus objetivos.
“Esto es exactamente lo que Hamás quería: que Israel se empantane en el terreno sin propósito, sin definir el panorama del día después, en una ocupación sin sentido que nadie entiende hacia dónde conduce”, declaró en un comunicado en X.
Por su parte, Osama Hamdan, funcionario de Hamás, dijo a Al Jazeera el jueves que el grupo consideraría la propuesta de Netanyahu de una fuerza liderada por árabes en la Gaza de postguerra como vinculada a Israel. Y advirtió que podría “sumir a la región en nuevos problemas”.
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Shurafa informó desde Deir al-Balah, Gaza y Krauss desde Ottawa, Ontario. La periodista de The Associated Press Danica Kirka en Londres contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.