El pasado jueves, Israel atacó la capital yemení Saná. Según anunciaron los hutíes, la ofensiva aérea dejó como resultado el asesinato del primer ministro del gobierno hutí, Ahmad Ghaleb al-Rahwi y varios miembros de su gabinete.
El ejército israelí explicó que el bombardeo tuvo como objetivo un “complejo militar”. Además, destacaron que fue una operación basada en inteligencia y superioridad aérea.
En un discurso televisado, Mahdi al Mashat, líder hutí y jefe del Consejo Político Supremo, advirtió a Israel sobre “días oscuros” y venganza implacable por el asesinato de sus líderes. Rechazó las acciones del gobierno israelí, calificándolas de “traicioneras y sucias”, y llamó a boicotear y evitar cualquier trato con bienes e intereses israelíes. También advirtió a las compañías operando en Israel a retirarse antes de que sea “demasiado tarde”.
Este sábado, la agencia de noticias controlada por los insurgentes hutíes anunció que Mahdi al Mashat nombró a Muhamad Meftah como viceprimer ministro mientras se reorganiza la administración tras la pérdida de al-Rahwi.
El enfrentamiento entre Israel y los hutíes se intensificó tras el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, con intercambios continuos de ataques con misiles, drones y bombardeos. A pesar del alto el fuego entre hutíes y Estados Unidos en mayo de este año, los ataques persisten, con consecuencias graves para la estabilidad regional.
Con información de EFE