Los jueces conservadores que integran la Corte Suprema de Estados Unidos, designados durante las presidencias de los republicanos George Bush padre e hijo y Donald Trump, impusieron finalmente su mayoría en el cuerpo colegiado y terminaron dinamitando las protecciones constitucionales para abortar en ese país, vigentes desde hacía casi 50 años.
El órgano máximo de la Justicia estadounidense anuló hoy el fallo conocido como “Roe contra Wade” con el que en 1973 cerró un litigio estableciendo la protección del derecho de la mujer gestante a elegir la interrupción del embarazo sin demasiadas restricciones.
Al mismo tiempo, el dictamen permisivo revocó varias leyes federales y estatales sobre el aborto.
Aquella resolución de los más altos magistrados de la Nación abrió una discusión –jamás saldada– acerca de quién debía establecer la legalidad de la práctica eventual, de qué métodos debían utilizarse en caso de interrupción y del peso de las opiniones religiosas y morales ante una probable objeción de conciencia que se planteara.
Para verlo por Netflix
Las derivaciones políticas y judiciales de la demanda promovida en la década de los ′70 por Norma McCorvey (“Jane Roe”, en el expediente) contra el entonces fiscal de Texas, Henry Wade, alegando que las leyes de ese estado que prohibían el aborto eran inconstitucionales, están bastante bien contadas en el documental Caso Roe: el aborto en los EE.UU.
El rodaje testimonial –que muestra además la ancha y profunda brecha que abrió la decisión cortesana de 1973 entre los estadounidenses que la respaldaron y quienes la cuestionaron en todos sus términos– fue restituido por Netflix a su menú, hace un mes.
Es evidente que la compañía de entretenimiento por streeming vio la oportunidad de “sacarle el jugo” a la película dirigida por Anne Sundberg y Ricki Stern –estrenada en esa plataforma el 13 de septiembre de 2018– poco después de que se filtró el borrador sobre el aborto en el que trabajaba la Corte Suprema de Estados Unidos, lo que provocó un escándalo de dimensiones inusuales en la opinión pública norteamericana.
Interrogantes abierto por el fallo
Cabe recordar que la delación insólita reveló el ánimo mayoritario de los magistrados relacionado con el derecho al aborto: anularlo.
La conjetura provocó entonces un terremoto de gran escala en la sociedad estadounidense.
Hoy, la confirmación de la osadía judicial prohibiendo la interrupción del embarazo volvió a sacudir las bases del país con la potencia de un sismo de magnitud extraordinaria.
Al mismo tiempo, abrió una serie de interrogantes sobre las consecuencias políticas y sociales y acerca de los verdaderos intereses que determinan el rol del máximo tribunal de Justicia norteamericano.
