Un nuevo capítulo se abre en el debate sobre el destino final de Adolf Hitler. Bob Baer, un exagente retirado de la CIA, manifestó públicamente su creencia de que el líder nazi fingió su muerte en Alemania en 1945 y huyó a la Argentina.
Qué dijo el ex CIA sobre Hitler y la Argentina
Según Baer, quien trabajó durante 21 años como espía para la agencia estadounidense, un “creciente cuerpo de evidencia” respalda esta teoría.
El exagente espera que la reciente desclasificación de archivos por el gobierno argentino revele posibles conexiones entre Hitler y el gobierno de ese país.
“Si fueras a esconder a Hitler, allí es donde lo harías”, opinó Baer al analizar la pista misionera, según reprodujo Daily Mail.
El gobierno argentino anunció recientemente la desclasificación de archivos relacionados con los nazis que se refugiaron en el país.
Esta medida se produjo tras una solicitud del senador estadounidense Chuck Grassley para colaborar en su investigación, después de que el presidente Javier Milei recibiera al Centro Simon Wiesenthal.
El titular de Defensa, Luis Petri, confirmó que Argentina se convirtió en un “guarida de nazis”, estimando que alrededor de 5000 nazis pudieron haber transitado por el país entre 1945 y 1955. Petri también señaló que se investigarán actas secretas de Fabricaciones Militares entre 1945 y 1950 que podrían esclarecer el movimiento de fondos nazis.
Por qué se cree que Hitler vino a la Argentina
Baer, de 72 años, cree que los archivos desclasificados podrían revelar esfuerzos para construir un Cuarto Reich en Sudamérica. En un informe, apuntó a la participación del gobierno de Juan Domingo Perón en la construcción de un posible refugio para criminales nazis en Misiones, descubierto en 2015 cerca de ruinas jesuíticas.
También destacó el respaldo del presidente a un proyecto de fusión nuclear liderado por un científico nazi en la Isla Huemul.
Baer sostuvo que la posible supervivencia del Führer fue tomada en serio incluso hasta la gestión del presidente estadounidense Eisenhower (1953-1961). Calificó el hallazgo del búnker en Misiones como el “más interesante” hasta el momento, destacando la inversión en un complejo con servicios básicos “en el medio de la nada”.
Esta teoría contradice la historia oficial, que establece que Hitler se suicidó junto a su pareja, Eva Braun, el 30 de abril de 1945 en el Führerbunker de Berlín.

Historiadores concuerdan con esta versión, y los restos fueron descubiertos entre el 4 y el 5 de mayo. Autopsias iniciales encontraron restos de cianuro, aunque testigos afirmaron que Hitler también usó una pistola.
En 2000, Moscú exhibió un fragmento de cráneo de Hitler, pero en 2008, el arqueólogo Nick Bellantoni descartó su autenticidad mediante pruebas de ADN, indicando que pertenecían a una mujer.
Sin embargo, en 2016, el médico forense Philippe Charlier, tras examinar el cráneo y piezas dentales, concluyó que “todos estos análisis confirman que los restos examinados son los de Adolf Hitler, que murió en Berlín en 1945. Y esto destruye todas las teorías de la supervivencia de este individuo”.
Para Baer, esta confusión es “uno de esos grandes misterios en la historia para los que nunca habrá una respuesta completa”.
La idea del escape de Hitler a Sudamérica no es nueva y se reavivó recientemente por un documento secreto vinculado al asesinato de John F. Kennedy.
Mientras la tradición académica y numerosos historiadores refutan esta posibilidad, la desclasificación de archivos argentinos podría ofrecer nuevas pistas o, al menos, alimentar aún más el debate (o misterio) sobre uno de los personajes más oscuros de la historia.
La atención se centra ahora en los documentos que podrían esclarecer el papel de Argentina como refugio nazi y si existió algún vínculo directo con la supuesta huida de Adolf Hitler.
Baer considera que la muerte de Hitler es “uno de esos grandes misterios en la historia para los que nunca habrá una respuesta completa”.