El gobierno de Donald Trump informó que comenzó a pintar de negro el muro fronterizo con México. Esta medida, anunciada este miércoles por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem busca elevar la temperatura de las barras de metal para hacer más difícil su escalada.
La estrategia, explicaron, es parte de los esfuerzos continuos para reducir la inmigración indocumentada.
Noem, quien visitó una sección del muro sur en Santa Teresa, Nuevo México, explicó que la pintura negra, a petición específica del presidente Trump, hará que la estructura metálica, actualmente de color marrón, se caliente aún más. La funcionaria destacó en un mensaje en X que el muro será “tan caliente al tacto que los inmigrantes ilegales ni siquiera lo intentarán”.
EE.UU. pintará el muro fronterizo de negro: los detalles
La secretaria Noem enfatizó que esta renovación no solo busca dificultar la escalada, sino que también aumentará la vida útil del metal. Además de hacer la estructura “demasiado alto para escalarlo” y “demasiado estrecho para atravesarlo”, la pintura negra se suma a sus características disuasorias.
El jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Michael Banks, confirmó que la pintura negra también ayudará a prevenir la oxidación del acero.
Para la administración, el muro es un “escudo y símbolo”, representando el “compromiso inquebrantable del presidente Trump con este país y la seguridad del pueblo estadounidense”.
Cuánto le costará a Estados Unidos pintar el muro de negro
Los fondos para la renovación y nueva construcción del muro fueron asignados en la ley de presupuesto aprobada el pasado julio. La secretaria Noem indicó que la construcción avanza a un ritmo de aproximadamente 800 metros por día.
Aunque Noem no detalló el costo específico de la pintura, la administración aseguró alrededor de U$S 46.500 millones en fondos a través de la “gran y hermosa ley” respaldada por Trump para modernizar el sistema de barreras fronterizas, incluyendo la finalización de 1.127 kilómetros del muro principal.
Además de la pintura, la Casa Blanca también está invirtiendo en tecnología avanzada, como cámaras y sensores, así como en infraestructura fluvial en la frontera suroeste.
La política migratoria de Donald Trump
Esta decisión se enmarca en la línea dura de Trump contra la inmigración, que fue un elemento central de su primer mandato y ahora, en su segundo, se centró principalmente en las deportaciones y el aumento de la aplicación de la ley dentro de Estados Unidos.
La administración Trump informó que hubo poco más de 6.000 detenciones en la frontera sur en junio, lo que representa una disminución del 15% respecto a un récord anterior en marzo.
La secretaria Noem promocionó esta nueva estrategia siete meses después de la llegada del mandatario republicano a la Casa Blanca, con su promesa de reducir a cero la inmigración indocumentada.