La noche de este jueves, alrededor de las 20 se llevó a cabo el rito de clausura del féretro del Papa Francisco en el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro, un momento cargado de simbolismo que marcó el cierre de la capilla ardiente tras la visita de más de 250.000 fieles.
El cardenal Camarlengo Kevin Farrell presidió la ceremonia, que siguió las disposiciones testamentarias del pontífice argentino, fallecido el lunes 21 de abril a los 88 años tras un derrame cerebral.
La cobertura de una nueva jornada tras la muerte del papa Francisco.
Se pudo observar el cuerpo de Francisco, vestido con una túnica color roja, una mitra blanca y un rosario en las manos. Reposaba en un ataúd de madera de ciprés con interior de zinc, de acuerdo a las reformas que él mismo introdujo en 2024 para simplificar los funerales papales.
Durante el rito del cierre del féretro, se depositó el “Rogito”, un pergamino que resume su vida y pontificado, que está redactado en latín y enrollado dentro de un tubo metálico. El texto, leído en voz alta por Farrell, destacó su “estilo sobrio y humilde” y su servicio “con valentía y fidelidad al Evangelio”. También se incluyó una breve mención a su amor por los pobres y su compromiso con la justicia social.

Tras la lectura, el ataúd fue cubierto con un velo blanco de seda bordado con hilos dorados, un gesto que simboliza el paso a la eternidad. Luego, se colocaron cintas rojas alrededor del féretro, que fueron selladas con lacre rojo estampado con el escudo del camarlengo, asegurando su cierre.
En el interior, se añadieron tres bolsas de lino con monedas de oro, plata y bronce acuñadas durante su pontificado –45 en total–, una tradición que representa los años de su reinado. A diferencia de funerales anteriores, no se usaron los tradicionales tres féretros, ni se colocó un báculo papal, siguiendo las instrucciones de Francisco de evitar cualquier ostentación.
La ceremonia, que duró aproximadamente 40 minutos, contó con la presencia de un reducido grupo de cardenales, obispos y miembros de la familia pontificia, así como algunos laicos cercanos al Papa, incluyendo un grupo de pobres y migrantes que Francisco había pedido que estuvieran presentes en su despedida.
Cuando finalizó, el féretro fue trasladado a una cámara interna de la basílica, donde permanecerá hasta el funeral de hoy a las 10:00 en la Plaza de San Pedro. Posteriormente, será llevado en un cortejo de 6 km hasta la Basílica de Santa María la Mayor para su inhumación.
El cierre del féretro, transmitido en directo por Vatican News, emocionó a millones de fieles que siguieron el evento desde distintos puntos del mundo. Mientras Roma se prepara para el funeral, que reunirá a más de 150 delegaciones internacionales, este rito marcó un paso más en la despedida de un Papa que dejó un legado de humildad y cercanía con los más vulnerables.
En imágenes: así cerraban el féretro del papa Francisco



