En un contexto mundial marcado por múltiples conflictos armados, el papa León XIV convocó a una jornada especial de ayuno y oración para este viernes 22, con foco en Ucrania y Tierra Santa. La iniciativa busca unir a los fieles en un clamor común para que se termine con las guerras vigentes y se promueva la paz y la justicia.
Durante la audiencia general en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Pontífice afirmó: “ Mientras nuestra tierra continúa herida por las guerras en Tierra Santa, Ucrania y muchas otras regiones del mundo, invito a todos los fieles a dedicar el 22 de agosto a ayuno y oración, implorando al Señor que nos conceda paz y justicia, y que enjugue las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso.”
Además, subrayó la intercesión de María, Reina de la Paz, y la necesidad de que las personas encuentren el camino hacia la convivencia pacífica.
El llamado a la paz del Papa León XIV
Este llamado retoma la tradición del papa Francisco, quien en septiembre de 2013 también convocó a un día de oración y ayuno para evitar un conflicto militar en Siria. León XIV mantiene activa una diplomacia discreta pero constante, habiéndose reunido en dos ocasiones con el presidente ucraniano Volodímir Zelensky y manteniendo conversaciones telefónicas con mandatarios clave como Vladimir Putin, Benjamin Netanyahu y Mahmoud Abbas.

Respecto a las recientes negociaciones para detener la guerra en Ucrania, el Papa manifestó: “Tengo esperanza, pero hay que trabajar mucho y rezar mucho para encontrar el camino.”
Confirmó además que dialoga regularmente con figuras políticas como Donald Trump.
La paz, un pedido global
En paralelo, la comunidad judía internacional también muestra preocupación por la situación en Gaza. Una carta firmada por 80 rabinos ortodoxos contemporáneos denuncia la hambruna y la violencia extremista contra civiles. Liderada por el rabino Yosef Blau y con la adhesión del respetado rabino David Rosen, el texto hace un llamado ético al Estado de Israel para que atienda la crisis humanitaria sin olvidar su responsabilidad.
El documento afirma: “Los pecados y crímenes de Hamas no eximen al gobierno de Israel de su obligación de hacer todo lo necesario para evitar una hambruna masiva en Gaza.”