El Cardenal Ángel Rossi SJ, Arzobispo de Córdoba, emprendió viaje a Roma en compañía del Padre Javier Soteras, director de Radio María Argentina. El traslado se desarrolló sin incidentes, marcando el inicio de una visita con una fuerte carga pastoral y espiritual. Antes de partir, ambos compartieron su sentir: “Mucho que rezar, mucho que dejar asentar para que se pueda ser instrumento del Espíritu Santo”.
La presencia del Cardenal Rossi en Roma subraya el acompañamiento y la unidad de la Iglesia.
Concelebración de misa por el Papa
Ya en Roma, el Cardenal Rossi concelebró una eucaristía especial el viernes en la capilla de la Casa de las Hermanas Pobres Bonaerenses. Esta misa fue ofrecida por el papa Francisco y presidida por el padre José Luis Narvaja SJ, sobrino del Santo Padre.
Familiares cercanos del Papa también participaron en este momento de profunda oración, sencillez, intimidad y gratitud.
El padre Javier Soteras también estuvo presente en esta significativa celebración, que se erigió como un símbolo de comunión eclesial y cercanía con Francisco.
El Cardenal Rossi, cuya trayectoria está ligada a la espiritualidad ignaciana, se reencontró así con esta “yunta del alma” que comparte con el Papa y el padre Diego Fares SJ (fallecido).
Participación en el cónclave para elegir al nuevo sucesor de Pedro
Como Cardenal, Monseñor Rossi tendrá un rol fundamental en los próximos días al participar en el cónclave que elegirá al nuevo sucesor de Pedro. Ante este importante evento para la Iglesia universal, el Cardenal Rossi hizo un llamado a toda la comunidad a permanecer en oración, acompañando con fe y esperanza este tiempo especial.
En sus palabras, pidió oraciones “para que haya la sabiduría para poder poner los ojos en quien pueda conducirnos con la fuerza con la que lo hizo el papa Francisco”.
La participación del Arzobispo cordobés en el cónclave destaca su papel como pastor dentro de la Iglesia católica.
Signo de unidad y gratitud de la Iglesia
La presencia del Arzobispo de Córdoba en Roma representa a una Iglesia que acompaña, que camina unida y que se deja guiar por el Espíritu Santo. Su viaje también es una manera de honrar con gratitud a aquellos que han sido verdaderos pastores del Pueblo de Dios. La comunidad de Córdoba acompaña a su pastor con oración y un corazón abierto a lo que el Señor quiera obrar a través de él.