En una línea que respetó a rajatabla desde que asumió el control de la Iglesia Católica hasta su partida, el papa Francisco recibió a todos y cada uno de los presidentes argentinos.
Lo hizo tanto con Cristina Fernández de Kirchner como con su sucesor, Mauricio Macri. También con Alberto Fernández y con Javier Milei, con quien tuvo el mayor cortocircuito, luego de que el libertario lo tratara de “maligno” en la Tierra.
Desde el plano gestual, se recuerda el gesto serio con que recibió a Macri en el primer encuentro que ambos tuvieron. Salvo ese caso puntual, con todos los mandatarios se mostró cercano y dispuesto a dar su apoyo para resolver los problemas crónicos de Argentina.
Durante su papado, Francisco tuvo 12 reuniones con mandatarios argentinos en ejercicio.
La expresidente Cristina Kirchner encabeza la lista de los que más encuentros tuvo, con siete oportunidades, y Macri el que tuvo el contacto más breve, apenas 22 minutos.
Con Milei, tras la descalificación del libertario
En febrero de 2024, Milei visitó a Francisco en Roma. Se trató de una de las recepciones que más rápido concedió el Papa a un presidente argentino y que más tiempo duró esa reunión. Se concretó a dos meses de la asunción y la reunión se prolongó durante 70 minutos.
Milei llegó al Vaticano después de que en la campaña electoral había dicho que Jorge Bergoglio era “representante del maligno en la Tierra”. Mientras que Francisco habló en una entrevista con un medio argentino previo a las elecciones del peligro del arribo al poder de un “Adolfito”, una mención que fue interpretada como dirigida en contra del entonces candidato presidencial de La Libertad Avanza.

Sin embargo, aquel encuentro entre ambos en Roma cerró ese cortocircuito. También hubo momentos de tensión en las relaciones con Cristina Kirchner y con Macri. Sólo Alberto Fernández se entrevistó con Francisco sin rencillas previas o antecedente relevante.
El año pasado, en la Cumbre del G7, Milei y Francisco volvieron a cruzarse y a saludarse amablemente.
Dos veces con Alberto Fernández
El expresidente tuvo dos reuniones privadas con el Sumo Pontífice. Hubo una tercera, pero ya fuera de la Casa Rosada. El primer encuentro del Papa con Alberto Fernández ocurrió el 31 de enero de 2020. El tono de ese primer intercambio entre ambos dio la pauta de que se trataría de un encuentro distendido. Tras saludarse, el jefe de Estado le indicó al Sumo Pontífice: “Pase usted”. “No, primero el monaguillo”, le respondió, entre risas.

Fueron 44 minutos de un mano a mano, tras lo cual la delegación argentina le entregó a Francisco un coffee table book con fotos de los bares históricos de Buenos Aires, una obra en telar realizada por trabajadores con discapacidad de la Asociación Civil Granja Andar, y una figura hecha a mano del Negro Manuel, un esclavo que fue el primer custodio de Nuestra Señora del Luján. De esa reunión participó la exprimera dama Fabiola Yañez.
La segunda vez que se reunieron fue el 13 de mayo de 2021, seis meses después de la sanción de la ley del aborto, una iniciativa que tensionó la relación entre la Casa Rosada y la Iglesia.
En esa ocasión, estuvieron a solas durante 35 minutos, nueve menos que en su anterior reunión. Fernández le obsequió productos orgánicos de miel y de la cocina del Papa Francisco de jóvenes recuperados de adicciones de los hogares de la villa 3, una medalla por el aniversario de Malvinas, una estola de la Basílica de San José de Flores y estatuilla de San José (réplica de la que está en la basílica) con una estampita de Lujan, una colección de la Divina comedia traducida y un libro biográfico de Discépolo.
Con Macri, serio el primero y distendido el segundo
Mauricio Macri tuvo su primera reunión como presidente con el papa Francisco el 27 de febrero de 2016 en la Biblioteca del Palacio Apostólico, luego de meses de rumores sobre cortocircuitos en su relación.

Aquel encuentro fue corto, protocolar y duró apenas 22 minutos. Estuvo marcado por la distancia y frialdad, lejos de los gestos de cercanía y amistad que hubo durante las visitas de Cristina Kirchner. Por estos motivos, aquella jornada quedó signada por las especulaciones sobre el vínculo entre ambos.
Ocho meses después de aquel encuentro, el 15 de octubre de 2016, el papa Francisco volvió a recibir a Macri. Esta vez, los ánimos fueron distintos. La reunión se realizó en la sala Paulo VI de la Santa Sede y duró una hora. El entonces mandatario contó que hablaron sobre la pobreza, la lucha contra el narcotráfico y el cambio climático; y le obsequió una escultura hecho por el artista Alejandro Marmo, que simboliza el diálogo interreligioso, realizada con materiales de descarte. “Fue una buena reunión”, resumió el exjefe de Estado.

Siete encuentros con CFK
El primer encuentro entre Cristina Kirchner y Francisco ocurrió el 19 de marzo de 2013, a días de que Jorge Bergoglio fuera ungido como Papa. Un día antes de la ceremonia de asunción, ambos compartieron unos 30 minutos en la residencia Santa Marta. Ella le regaló un equipo completo de mate y un poncho confeccionado en Catamarca.

Fue el final de desencuentros que tuvieron Néstor y Cristina Kirchner con el entonces arzobispo de Buenos Aires, una tensión evidenciada en la decisión inédita de realizar el Tedeum del 25 de Mayo no en la Catedral metropolitana, sino en templos de las provincias.
La segunda vez que el Papa se encontró con Cristina Kirchner fue en Río de Janeiro, Brasil, el 28 de julio de 2013, en el acto de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud. Fue un contacto de minutos con la entonces Presidenta y Francisco, quien le obsequió un pequeño par de zapatillas de cuero y medias blancas para su nieto recién nacido, Néstor Iván, hijo de Máximo Kirchner.
El tercer encuentro fue mucho más prolongado. El 17 de marzo de 2014, en el salón de audiencias de la sala Paulo VI de la Santa Sede, los dos compartieron un almuerzo de dos horas y media, con motivo del primer año de papado de Francisco. Cristina Kirchner le regaló un retrato del beato Oscar Arnulfo Romero, de Eugenio Cuttica, y una canasta con productos regionales argentinos. El Sumo Pontífice, por su parte, le obsequió una copia del siglo XI de un ícono de la Virgen de la Ternura de la catedral de Vladimir.
El siguiente almuerzo, con agenda abierta, fue el 19 de septiembre de ese año en la residencia Santa Marta. En aquella ocasión, nuevamente marcada por la distensión y cordialidad, Cristina Kirchner le obsequió cuadros de pintores argentinos, miel de productores locales y una escultura de la Virgen Desatanudos.

El quinto encuentro se realizó el 6 de junio de 2015, en el Vaticano. Se prolongó por casi dos horas. “Fue muy bueno, un domingo, a diferencia de otras veces que he venido y ustedes saben que para los católicos el domingo es un día de descanso”, señaló Cristina Kirchner a la prensa después del encuentro.
Su siguiente encuentro fue en Paraguay, el 12 de julio de ese año. La entonces Presidenta aprovechó la gira que realizó el papa Francisco por algunos países de Sudamérica y viajó al parque Ñu Guasú. Allí saludó al Sumo Pontífice tras la misa de cierre. Como es tradición, le obsequió una copia de recortes de diarios de época con el rezo de Juan XXIII por la salud de Eva Perón.
Un formato similar tuvo el contacto que ambos tuvieron el 20 de septiembre de 2015, cuando Cristina Kirchner viajó a Cuba para saludar al Papa durante la multitudinaria misa que brindó en la Plaza de Revolución. Fue la última vez que como presidenta de la Nación se encontró con el Sumo Pontífice.