Tras una semana de negociaciones diplomáticas de alto nivel y a dos de la terrible incursión armada de milicianos yihadistas a territorio israelí, este sábado se reabrió el cruce fronterizo entre Egipto y la Franja de Gaza para el ingreso de tan sólo 20 de los más de 200 camiones estacionados desde hace días en Rafah con ayuda humanitaria que necesitan con desesperación los 2,3 millones de personas hacinadas en el enclave palestino y privadas de agua, electricidad, medicamentos y combustibles debido al bloqueo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El cierre del paso es consecuencia del conflicto armado entre Israel y Hamas.
La directora general de Unicef, Catherine Russell, precisó que los vehículos de gran porte llevaban 44 mil botellas de agua, suficiente para 22 mil personas durante un solo día. También, insumos médicos esenciales para unas 300 mil personas durante tres meses, suministros de traumatología para 1.200 personas y 235 bolsas portátiles de traumatología para los rescatistas.
Una catástrofe
“La situación es catastrófica en Gaza”, comentó la directora del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, Cindy McCain quien recordó que antes de que se desatara la guerra entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica, el 7 de octubre, unos 400 camiones ingresaban a diario a Gaza para abastecer a los residentes en la comarca, de unos 360 km2 de superficie y administrada por Hamas desde hace 16 años.
“Necesitamos muchos más camiones y un flujo constante de circulación” para responder a las necesidades básicas de los palestinos confinados en la Franja, razonó la alta comisionada.
La primera flota de camiones se dirigió a Deir al-Balah, una localidad agrícola donde se han refugiado muchos evacuados del norte de la Franja de Gaza.
Desplazados internos
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa, por su sigla en inglés) elevó este sábado a 1,4 millones la cantidad de personas desplazadas por los bombardeos israelíes contra el enclave palestino como represalia por el ataque de milicianos yihadistas hace 15 días. De ese total, unas 544 mil se encuentran refugiadas en las instalaciones de la agencia en situación de vulnerabilidad extrema, según Philippe Lazzarini, coordinador de la oficina en el lugar de Naciones Unidas.
En las localidades de Jan Yunis y Rafah, en el sur de Gaza, “los refugios están masificados y muchos desplazados se alojan en edificios de la Unrwa que no fueron construidos como refugios donde las condiciones de vida son simplemente insostenibles”, advirtió el directivo.
Visión israelí
Desde la perspectiva israelí, la situación no es tan dramática como la pintan.
Para el contralmirante Daniel Hagari, vocero de FDI, “la situación humanitaria en Gaza está bajo control”. El militar aclaró que los paliativos se repartirán solamente en el sur de Gaza donde el Ejército de su país ordenó concentrar a toda la población gazatí. Señaló, además, que por el momento no se autorizará el ingreso de combustible. Esta decisión afecta de manera crítica a los hospitales de la Franja de Gaza que necesitan combustible para sus generadores de energía.
La semana pasada, el titular del Comité Internacional de la Cruz Roja, Roberto Mardini y su homólogo de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Jagan Chapagain, avisaron que la falta de carburante para los alternadores eléctricos, en medio del apagón general a raíz del conflicto, imposibilitaba o complicaba en extremo el uso de quirófanos e instrumental médico con todo lo que implica en materia de prestación de servicios en un contexto de crisis sanitaria descomunal debido a la guerra.
Con relación a la cuestión sanitaria, autoridades palestinas denunciaron al menos 250 ataques israelíes contra instalaciones, vehículos y personal médico en la Franja de Gaza y Cisjordania en los 15 días de conflicto.
Saldo ominoso
El arqueo del Ministerio de Sanidad incluye 37 trabajadores de la salud muertos en 69 ataques contra infraestructura sanitaria en la Franja de Gaza.
El comunicado oficial cifró el sábado en 4.385 los palestinos muertos en bombardeos israelíes, incluidos 1.756 niños y 967 mujeres, además de 13.561.
Israel insistió hasta el viernes último con la postura de que nada entraría a Gaza hasta que Hamas liberara a todos los rehenes israelíes en su poder, que estima en 210.
Ese día a la noche la organización yihadista liberó a Judith Raanan y a su hija Natalie, de 15 años, quienes habían viajado desde Estados Unidos a Israel para celebrar las fiestas judías de Yom Kipur con su familia en el kibutz de Nahal Oz, en cercanía de Gaza.
Según Hamas, accedió a la liberación de las dos ciudadanas estadounidenses por motivos humanitarios y en virtud de un acuerdo con Qatar, país del golfo Pérsico que suele actuar de mediador en los conflictos en esa región candente.
En las primeras horas del sábado, Israel accedió a la reapertura del paso de Rafah para el ingreso con ayuda vital destinada a los palestinos confinados en Gaza, sólo para 20 camiones por día.
