Chile acaba de tomar una decisión importante que lo deja a un paso de su ingreso al bloque de países que permiten por ley que las parejas de un mismo sexo puedan contraer matrimonio y adoptar hijos.
La Cámara de Diputados del país trasandino aprobó, este martes, por amplia mayoría un proyecto que ya cuenta con el visto bueno del Senado y devolvió la iniciativa al cuerpo de origen para que revise algunas modificaciones introducidas a la propuesta, relacionadas con los derechos emergentes de las parejas homosexuales.
De los 133 legisladores que participaron en el plenario, 101 votaron a favor, 30 lo hicieron en contra y solamente dos decidieron abstenerse.
En la actualidad rige en Chile el denominado acuerdo de unión civil (AUC), que contempla el vínculo legal entre parejas de distinto sexo y heterosexuales, pero no considera la posibilidad de la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Por esa razón, algunas parejas vinculadas por el acuerdo anulan su unión y adoptan como solteros.
La iniciativa que pasó el filtro de Diputados este martes durmió el sueño de los justos en la Cámara Alta desde 2017, hasta que el 1° de junio de este año el presidente Sebastián Piñera sorprendió a propios y extraños al pedirle al Parlamento el tratamiento urgente de la propuesta; hasta entonces, el primer mandatario había expresado su convicción acerca de que el matrimonio sólo era concebible entre un hombre y una mujer.
Su cambio de postura mereció críticas de varios de sus propios partidarios que en la sesión de ayer volvieron a corporizarse en el recinto bajo del palacio legislativo de El Almendral, en Valparaíso. Por caso, Diego Schalper Sepúlveda, diputado por el distrito 15 de la Región del Libertador General Bernardo O’Higgins y secretario general de Renovación Nacional, sostuvo que “el rol del matrimonio no es regular una relación afectiva, es custodiar la preservación de la especie como principio básico”. En tanto, su par de bancada Miguel Mellado ratificó su convicción de que “sin diferencia sexual no existe matrimonio”.
Un mes después de aquella sugerencia presidencial, el Senado chileno aprobó el proyecto con el respaldo de 28 parlamentarios, voluntades que duplicaron los votos en contra (14); en el debate no hubo abstenciones.
La iniciativa consiste fundamentalmente en modificar el artículo 102 del Código Civil, que define al matrimonio como “un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente”.
La modificación introducida indica que el matrimonio es la unión entre dos personas; además, contempla el derecho de la pareja a la adopción, independientemente del sexo de sus integrantes.
Camino sinuoso
En el último lustro, el proyecto ha recorrido un camino parlamentario largo y sinuoso.
En 2017, casi en el umbral de su segundo mandato, la entonces presidenta, Michelle Bachelet, lo envió al Congreso para su tratamiento.
Entonces, encontró resistencia no sólo en la derecha, sino también en su propio bloque de centroizquierda, sobre todo desde la Democracia Cristiana (DC).
Su sucesor en el cargo, Sebastián Piñera, lo dejó dormir en el Senado sin que sectores progresistas hicieran demasiado esfuerzo para ponerlo en agenda.
Cuando a mediados de este año el titular de La Moneda dijo que consideraba que había llegado “el tiempo del matrimonio igualitario” en su país, los parlamentarios evangélicos de derecha, aliados del oficialismo en el Senado, consideraron que el mandatario chileno había “traicionado al mundo cristiano”. Leónidas Romero, de Renovación Nacional, fue quien definió de esa manera el giro inesperado de Piñera.
El avance hacia la probable sanción de la ley de matrimonio igualitario sin dudas se meterá en la campaña de los dos candidatos que definirán al sucesor de Piñera en el balotaje del 19 de diciembre próximo.
Quien logró la pole position, José Antonio Kast, se manifestó en campaña partidario de que el matrimonio fuera entre un hombre y una mujer, razón por la que se opone al proyecto de matrimonio igualitario que ayer pasó en Diputados el segundo filtro parlamentario y deja la iniciativa a las puertas de su conversión en ley.
Por su parte, Gabriel Boric, quien llegó segundo en primera vuelta (a sólo dos puntos del ganador de la contienda general del domingo), milita desde siempre a favor de una ley de matrimonio entre personas de un mismo sexo.
El aspirante a la presidencia del izquierdista Apruebo Dignidad celebró en su momento la decisión de Piñera de imponerle trato urgente y preferencial al proyecto que mantuvo encajonado en el Senado durante casi cinco años.
