El ministro de Seguridad Social de Brasil, Carlos Lupi, presentó su renuncia a su cargo este viernes en medio de una investigación por irregularidades y acusaciones de fraude en el Instituto Nacional de Seguros Sociales (INSS), la institución pública encargada del pago de pensiones y jubilaciones y que depende de su ministerio.
Este escándalo, que generó una “tormenta política” y golpea al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se centra en el presunto desvío de cuantiosos fondos públicos.
Las investigaciones, anunciadas formalmente el 23 de abril y llevadas adelante por la Policía Federal, apuntan a la cobranza irregular de cuotas mensuales de jubilaciones a beneficiarios entre los años 2019 y 2024. Se detectaron descuentos no autorizados en los recibos de jubilaciones y pensiones.

Estos descuentos habrían sido efectuados por sindicatos y otras asociaciones, con la posible complicidad de funcionarios del INSS, que en teoría debían prestar servicios a los jubilados, como asistencia jurídica u obtención de descuentos en planes de salud.
Según detalla la investigación, la suma estimada de los fondos involucrados en estos descuentos irregulares alcanzaría los 6.300 millones de reales, cifra que, según diferentes fuentes, equivale a unos 985 millones de euros o aproximadamente 1.100 millones de dólares.
La investigación se inició a partir de unas 130.000 denuncias de jubilados que sufrieron la sustracción irregular de fondos de sus cuentas, aunque las autoridades estiman que el número de víctimas podría ser mucho mayor, superando los cuatro millones de jubilados.
A pesar de la gravedad de las acusaciones en el organismo bajo su tutela, el exministro Lupi aseguró que su nombre “no fue citado en ningún momento en las investigaciones en curso”. En un comunicado, Lupi afirmó que todas las investigaciones contaron con el apoyo de su ministerio y de los órganos de control del Gobierno, y expresó su deseo de que las indagaciones identifiquen a los responsables y se les castigue “con rigor”. También manifestó que continuará colaborando con el Gobierno para que los recursos desviados sean devueltos íntegramente a los beneficiarios.
El presidente Lula da Silva aceptó la dimisión de Lupi y ya nombró como nuevo ministro de Seguridad Social a Wolney Queiroz, quien hasta ahora era viceministro y número dos de Lupi. También pertenece al Partido Democrático de los Trabajadores (PDT), un partido que forma parte de la base aliada del gobierno de Lula.
El escándalo complica la situación política del gobierno de Lula, cuya imagen ya se ve debilitada. La salida de Lupi, miembro de un partido aliado, también “sacude las alianzas” de cara a las elecciones presidenciales de 2026.
El presidente del INSS ya había sido destituido hace diez días. El gobierno está discutiendo diversas posibilidades para devolver el dinero a los afectados. Por su parte, la oposición en el Congreso, de mayoría conservadora, está impulsando la creación de una comisión especial para investigar a fondo las irregularidades.
Este es el segundo caso de corrupción que afecta a un ministro del gabinete de Lula en pocas semanas, después de la renuncia del ministro de Comunicación a principios de abril, quien fue imputado por presuntos sobornos.