Un informe del Royal United Services Institute (Rusi), con sede en Londres, advierte que Rusia estaría colaborando con China para fortalecer sus capacidades aerotransportadas con miras a una eventual invasión de Taiwán.
El análisis se basa en más de 800 páginas de documentos rusos filtrados por el grupo de hackers Black Moon, que incluyen contratos, listas de equipos y referencias a reuniones bilaterales entre delegaciones de ambos países.
Según los archivos, Moscú ya inició la producción de vehículos anfibios de asalto, cañones antitanque y transportes blindados aerotransportados, valorados en más de USD 210 millones.
Además, Rusia habría acordado proveer sistemas de paracaídas de gran altitud, capaces de lanzar tropas y equipos desde 8 mil metros, lo que permitiría a fuerzas especiales chinas infiltrarse hasta 80 km dentro de territorio enemigo sin ser detectadas.
Entrenamiento y transferencia de conocimiento
El acuerdo también contempla entrenamiento en suelo chino para un batallón aerotransportado completo, con el fin de transmitir la experiencia rusa en operaciones de desembarco aéreo.
“La escuela china de desembarco aerotransportado es muy joven. La asistencia rusa podría acelerar sus capacidades entre 10 y 15 años”, señaló el analista Oleksandr Danylyuk, coautor del informe.
Contexto geopolítico
Si bien los documentos no mencionan directamente a Taiwán, los expertos del Rusi advierten que el equipamiento y la capacitación encajan en un posible plan de invasión. Washington estimó que el presidente Xi Jinping habría pedido a su ejército estar preparado para tomar la isla antes de 2027.
Analistas también señalan que el interés ruso en estas operaciones no sólo responde a motivos comerciales, sino también a una estrategia para involucrar a China en un conflicto con Estados Unidos, desviando así la atención internacional de la guerra en Ucrania.
Tensión entre China y Taiwán y el apoyo de Rusia
A pesar de su experiencia, las fuerzas aerotransportadas rusas fracasaron en Hostomel, al inicio de la invasión de Ucrania en 2022. Sin embargo, Moscú busca capitalizar ese conocimiento, incluyendo sus errores, para transferirlo a Beijing.
El informe concluye que el “mayor valor del acuerdo” para China es el entrenamiento en mando y control de tropas aerotransportadas, ya que Rusia cuenta con décadas de experiencia en combate y Beijing no.
Hasta el momento, ni el Kremlin ni los ministerios de Defensa de China y Taiwán respondieron a las consultas sobre este informe.