El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo este miércoles que Alemania tiene la crisis energética “bajo control” de cara a los meses de invierno. El jefe de Estado sostuvo que la seguridad energética está, en gran medida, garantizada.
Scholz indicó que los depósitos de gas están completamente llenos y enumeró una serie de medidas adoptadas para paliar la falta de gas ruso, como la instalación de nuevas terminales de gas natural licuado y la puesta en marcha de centrales de carbón, entre otras.
Alemania, la dependencia del gas ruso y el invierno
Así, afirmó que Berlín “cambió su rumbo” y destacó que los hogares y empresas están utilizando la energía con moderación. “Esto sigue siendo muy importante, sobre todo de cara al próximo año y el año 2023″, puntualizó antes de aclarar que el Gobierno no puede subvencionar completamente la subida de los precios de la energía.
No obstante, hizo hincapié en que las autoridades están “reduciendo el precio a niveles tolerables”. “Se bajará el impuesto al valor agregado del gas y la calefacción”, añadió.
Scholz dijo que se han establecido condiciones para frenar el aumento de los precios de los productos energéticos, una cuestión que entrará en vigor el 1 de marzo. De esta forma, se asumirán los pagos de las facturas de enero y febrero de forma retroactiva.
Además, destacó el papel de Alemania en el marco de la política europea y mencionó los avances logrados para una “defensa común”. “Este Gobierno federal ha formulado ideas claras sobre el futuro de Europa, algo que el presidente francés, Emmanuel Macron, y otros han tenido que esperar durante años”, dijo.
La invasión rusa de Ucrania provocó un fuerte aumento de los precios de la energía en toda Europa, donde los distintos gobiernos luchan por encontrar alternativas al gas ruso. Alemania se vio especialmente afectada por su gran dependencia del combustible ruso y la decisión de abandonar el uso de energía nuclear de manera repentina.
