Un juez de Nueva York rechazó archivar una denuncia presentada contra el príncipe Andrés de Reino Unido por unos supuestos abusos cometidos a una menor de edad, a pesar del acuerdo de confidencialidad suscrito entre las partes hace más de una década.
La denunciante, Virginia Giuffre, alega que su alteza abusó de ella cuando tenía 17 años, víctima presuntamente de la red de trata de personas armada por el difunto empresario Jeffrey Epstein, quien se quitó la vida en prisión tras ser detenido en 2019 y antes de ir a juicio.
El príncipe siempre negó las acusaciones y trató de tumbar la denuncia civil de Giuffre, apelando como principal argumento a un pacto extrajudicial suscrito por la demandante y Einstein en 2009, según el cual la víctima habría acordado no iniciar acciones legales contra otras personas a cambio de medio millón de dólares.
El pacto citado fue dado a conocer por un tribunal federal de Manhattan y citado por la defensa del noble inglés al considerar que su cliente está eximido de toda responsabilidad penal en la investigación por hasta tres presuntas agresiones sexuales a Giuffre cuando esta tenía 17 años.
Interpretaciones razonables
En principio, el juez de distrito Lewis Kaplan concluyó que era prematuro determinar en qué medida el citado acuerdo puede afectar al proceso en marcha. “Las partes articularon al menos dos interpretaciones razonables de palabras clave”, valoró.
En este sentido, consideró “ambiguos” los términos incluidos en el acuerdo, por lo que el examen al detalle “debe esperar a futuros procedimientos”, informó la agencia de noticias Bloomberg.
La decisión del juez implica que los abogados del hijo de Isabel II deberán presentar las pruebas solicitadas por la acusación en caso de que decidan seguir haciendo frente a la denuncia y no opten por un acuerdo, lo que podría demorar meses e incluso años el proceso.
El príncipe Andrés ya renunció en noviembre de 2019 a sus funciones públicas como miembro de la familia real británica, después de una entrevista en la BBC de Londres en la que intentó marcar distancias con la trama de Epstein y quedó mal parado ante la opinión pública británica.
Giuffre sería una de las numerosas víctimas de una red de explotación de menores dirigida por el pedófilo Jeffrey Epstein, arrestado en julio de 2019 por cargos de abuso sexual y tráfico de decenas de niñas a principios de los años 2000.
El millonario, quien llegó a codearse con personalidades como los expresidentes de Estado Unidos Bill Clinton y Donald Trump, fue descubierto ahorcado en su celda de una prisión de Nueva York un mes después de su detención.
Además de la supuesta participación del príncipe Andrés, ya ha sido declarada culpable la principal colaboradora de Epstein, la celebridad británica Ghislaine Maxwell, quien aparentemente “preparaba” para las supuestas agresiones sexuales a decenas de menores, entre ellas la propia Giuffre.
A fines de diciembre, la defensa del príncipe Andrés había presentado un recurso para impugnar la acusación de agresión sexual que recae sobre el noble inglés, amparándose en que la presunta víctima no reside de forma permanente en Estados Unidos y por lo tanto el tribunal de Nueva York, donde se tramita el caso, no tendría jurisdicción.
El recurso de referencia presentado ante el tribunal federal de Manhattan sostiene que a pesar de que Giuffre alega que reside en el estado de Colorado, “en realidad tiene su domicilio en Australia, donde ha vivido los últimos 19 años salvo dos”, informó en su momento la cadena británica Sky.
Si fracasan los recursos que aún tiene a su alcance, el príncipe Andrés podría ser sentado en el banquillo de los acusados por el juez Kaplan entre setiembre y diciembre próximos, estimaron fuentes judiciales.
