El miércoles, en la transmisión de C5N, la periodista y locutora Agustina Peñalva se quebró en cámara al relatar el hostigamiento del que viene siendo víctima desde hace varios meses.
Su testimonio dejó al descubierto la desesperación a la que está sometida por recibir acoso de parte de Walter Graziano, hombre al que afirma no conocer. “Hace dos meses que vengo atravesando una situación. Mi situación en este momento es como tener una tobillera, pero estoy atada a este dispositivo que es un botón antipánico”, introdujo.
La denuncia de Agustina Peñalva
Frente a las cámaras y muy angustiada, Peñalva expuso el calvario que vive desde hace dos meses, cuando Walter Graziano inició una seguidilla de mensajes a través de las redes sociales.
“Desde principios de agosto vengo con una persona que me viene acosando, en principio a través de las redes sociales, hostigándome con muchísimos mensajes, más de 20, 30 mensajes por día, hasta que un día tuve una pequeña alerta cuando me anunció que estaba esperando el momento para encontrarme sola. Me persigue y me sigue. Y es más, les digo algo más grave todavía: vive a ocho cuadras de mi casa”, relató en vivo, visiblemente angustiada.
La periodista detalló que el hostigamiento, que comenzó en el entorno digital, fue escalando de manera preocupante hasta volverse una amenaza directa y física. Según contó, nunca respondió a los mensajes y bloqueó al agresor en todas las plataformas posibles, pero él encontraba la manera de contactarla nuevamente. “Lo bloqueo por Instagram y empezó a acosarme por X. Como lo bloqueaba, se abría nuevas cuentas...”, explicó.
En su desesperado intento de ponerle fin al asedio, la locutora le habló directamente al acosador en vivo: “‘Flaco. Yo no quiero nada de vos. No quiero que me regales flores. No quiero que me des un libro. No quiero que me des chocolate. Yo lo único que quiero es volver a vivir mi vida de una forma normal. Quiero poder trabajar tranquila”.
“Quiero poder salir tranquila. Quiero poder ir a tomar un mate a la plaza si tengo ganas. Quiero poder ir al supermercado. Tranquila. O sea, te tengo miedo, chabón. Te tengo miedo y no quiero nada tuyo. No te conozco. No sé quién sos. No quiero absolutamente nada tuyo. Te pido por favor, déjame tranquila’”, pidió.
Ante el crecimiento de la amenaza, Peñalva reveló que tuvo que recurrir a la Justicia y hoy depende de medidas especiales: “Estoy nerviosa, estoy con un botón antipánico”. Consultada por la evolución del caso, indicó: “Hice otra denuncia y me dieron el botón antipánico”.
Señaló también que nunca está sola y debe moverse siempre acompañada, con su seguridad personal estrictamente reforzada. “Tengo que agradecer profundamente a mi dispositivo de gente que tengo alrededor, que no he estado sola absolutamente en ningún momento”.
Un calvario insoportable
Agustina Peñalva ya había hecho pública su angustia hace un mes, cuando en su programa de streaming Plumas Negras detalló que el acoso no era un hecho aislado. “Hace dos semanas, un hombre se acercó a un lugar donde estaba comiendo con mis amigas y me saludó. Nada raro, fue respetuoso y le agradecí porque elogió mi trabajo”, explicó en esa oportunidad. Luego, su entorno comenzó a advertirle situaciones que conectaban hechos en apariencia dispersos: la manicura recibió mensajes insistentes de un hombre que pedía su número de teléfono y dirección; el gimnasio la notificó que un individuo reciente se había inscripto y empezó a buscar contacto con ella. “Me está siguiendo, yo vivo muy cerca del gimnasio, por lo que la situación es compleja. Quizá sabe hasta dónde vivo. Va a todos los lugares donde estoy, tengo en Instagram un montón de mensajes de él diciéndome un montón de cosas fuertes”.

Con los datos en la mano nombre y apellido de su acosador, además de su número de teléfono–, decidió presentar la denuncia en la comisaría y buscar resguardo oficial. “No me imaginé que podía hacer algo así, por eso me voy a ir a la comisaría. Les agradezco por estar del otro lado. Cuando tenga la denuncia escrita se las voy a mostrar, sino parece circo y no lo es”. Más tarde, confirmó que la denuncia se radicó en la comisaría 14.
“El hombre tiene antecedentes, estuvo preso en una institución de salud mental por acosar a otra persona... ¿cómo es que lo dejan salir libremente? Encima vive a 8 cuadras de mi casa... no puedo respirar”, expresó a la audiencia.
Finalmente y según su relato, la última denuncia se radicó el viernes pasado en la Fiscalía 18 de la Ciudad, a cargo de Juan Cruz Ártico; está caratulada como hostigamiento. Ante esto, Graziano se apersonó en la fiscalía con un abogado, según lo que difundió el medio.
Mientras tanto, Ártico le estableció la imposibilidad de acercarse a la periodista y de contactarla a través de cualquier medio. Además, pidió medidas de prueba.
