El 18 de junio de 2024 marcó un antes y un después en la vida de Nicole Neumann. Ese día, la modelo y conductora dio a luz a su cuarto hijo, Cruz, fruto de su relación con el piloto Manu Urcera, mediante una cesárea programada en la Clínica Suizo Argentina.
A un año exacto del nacimiento, Nicole sorprendió a sus seguidores al compartir una foto de su panza tomada al día siguiente del parto y abrirse sobre cómo vivió el proceso de recuperación.
“Esta es mi panza a un día de parida”, escribió sin rodeos a través de sus historias de Instagram, junto a la imagen donde se la ve aún internada, mostrando su abdomen con total honestidad.
“No he visto otras después de una cuarta cesárea, pero sí puedo decir que no se desanimen”, agregó, alentando a otras mujeres a transitar el postparto con paciencia.
Nicole reveló que durante los primeros días tras dar a luz, llegó a pensar que su cuerpo no volvería a ser el mismo. “Me quedé pensando en la panza que tenía cuando todavía estaba en la clínica después de tenerlo a Cruz... Dije: ‘no se me va nunca más’”, confesó.
Frente a los prejuicios o comentarios sobre su figura, fue contundente: “Algunos pensarán ‘no comió nada, se mató entrenando’ y no, la verdad que nada de eso”. La modelo aclaró que mantuvo una alimentación saludable, pero sin restricciones. “Comí un montón, siempre... soy de muy buen comer”, aseguró.

“No debe haber una persona que realmente me conozca que no diga que como re bien. Lo que sí como es calidad, muy sano, comida que me nutra. Pero me encantan los postres, así que me doy mis gustos”, explicó.
Disciplina, descanso y algo de genética
En cuanto a la actividad física, Neumann detalló que fue retomando el entrenamiento cuando su cuerpo se lo permitió. “Entrenar lo hice cuando lo sentí y cuando tuve energía, porque a veces me levantaba y no podía más de estar toda la noche amamantando”, relató, y sumó: “Al principio tampoco me animaba a dejarle a Cruz a nadie”.
“Tiene que ver un poco con disciplina, perseverancia, manejo de energía y tiempos lo mejor posible. Y seguramente la genética también ayuda, no lo voy a negar. Pero nunca me abandoné tampoco”, cerró con firmeza.