Marta Jiménez, conocida como la “mujer adrenalina” del popular programa español El Hormiguero, falleció a los 34 años este domingo mientras practicaba salto BASE en una zona montañosa del Pirineo aragonés.
La noticia de su muerte conmocionó a la televisión española y a la comunidad de deportes extremos, generando una oleada de reacciones en redes sociales.
El trágico accidente ocurrió en la cresta de Punta Calva, en el término municipal de Plan (Huesca). Los equipos de rescate fueron alertados a primera hora de la mañana y, tras una compleja operación de localización y recuperación del cuerpo, los servicios de emergencia solo pudieron certificar su muerte a causa del impacto. El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Huesca.
¿Quién era Marta Jiménez, la mujer adrenalina?
Marta Jiménez era una ingeniera química y una pionera en deportes extremos. Con 34 años, acumulaba más de 390 saltos en su trayectoria, lo que la consolidaba como una figura experimentada en disciplinas de alto riesgo. Su vida profesional estaba intrínsecamente vinculada a retos extremos y deportes de riesgo, y encontró en el salto BASE una forma de expresión personal.
Su pasión por explorar los límites humanos la llevó a ser una figura querida y reconocida por el público de El Hormiguero.
La reacción de Pablo Motos, conductor de “El Hormiguero”
La noticia de su fallecimiento generó una oleada de reacciones en redes sociales. Entre ellas, la del presentador de El Hormiguero, Pablo Motos, quien publicó un emotivo mensaje tanto en sus redes sociales como en las del propio programa.
Motos expresó la profunda tristeza del equipo: “Se nos ha ido Marta. La mujer adrenalina. Ha perdido la vida haciendo lo que más amaba. Estamos desolados.
Pero nuestra sensación de impotencia y nuestra tristeza no nos van a impedir recordarla cuando gritaba de alegría por haber conseguido algo imposible”.
Su muerte dejó un vacío entre quienes la conocieron en el estudio y entre quienes compartían con ella la pasión por los deportes extremos.
Qué es salto BASE: un deporte de riesgo extremo
El salto BASE, cuyo acrónimo en inglés significa Buildings, Antennas, Spans y Earth (edificios, antenas, puentes y formaciones rocosas), es una modalidad extrema del paracaidismo que consiste en lanzarse al vacío desde objetos fijos en lugar de hacerlo desde un avión.
A diferencia del paracaidismo tradicional, que se realiza a altitudes de entre 3.000 y 4.000 metros, el salto BASE se practica desde alturas mucho más reducidas, a menudo entre 100 y 1.000 metros.
Esta diferencia acorta drásticamente el tiempo de caída libre y deja escaso margen de maniobra para abrir el paracaídas, lo que incrementa el riesgo de manera significativa.
Aunque ha ganado notoriedad visual, sigue siendo una disciplina minoritaria debido a su alta peligrosidad y la escasa regulación existente.
Según Aragón Noticias, cada año muere uno de cada 60 saltadores en esta actividad no regulada. No existe una formación oficial reglada, pero se exige una amplia experiencia previa en paracaidismo (entre 200 y 400 saltos desde avión) antes de iniciarse en el salto BASE.
Este deporte no solo exige una preparación física rigurosa, sino también control mental, capacidad de reacción en situaciones límite y un profundo conocimiento del equipo.
La historia de Marta Jiménez recuerda la cara más dura de un deporte que, pese a su espectacularidad, implica peligros reales.