Este domingo, Axel fue uno de los invitados en la mesa de Almorzando con Juana y contó cómo fueron sus inicios con la música. En particular, dio detalles de la ambivalente relación que tuvo con su papá mientras daba sus primeros pasos en el oficio que hoy lo tiene como referente.
“Yo vengo de una familia donde había muchas expresiones artísticas, entonces podía pasar que alguno termine queriendo dedicarse de manera profesional”, explicó el cantautor en la mesa del programa de El Trece.
“Mi prima es directora de la UNA (Universidad Nacional de las Artes), de la parte de danza, Gabriela Prado, es una bailarina muy conocida. Y bueno, en el caso mío de muy chico empecé a estudiar piano, a los 5 años”, relató.
“Mi papá era músico aficionado, pero muy buen músico. Mi mamá era profesora de danzas folklóricas, aunque no ejercía, pero también tenía así como inquietudes”, agregó sobre el contexto en el que su vocación se desarrolló. De todos modos, el cantante aclaró que en su casa las dificultades económicas siempre fueron un obstáculo pero nunca un impedimento.
“Tengo una familia bastante humilde. En mi casa nunca había un cero kilómetro ni una zapatilla de marca, ni nada de marca. Pero había una escultura que se compró en un remate allá por 2 pesos y un piano…”, puso como ejemplo.
“El primer piano que tuvimos mi papá lo cambió, hizo trueque, a cambio de construir un galpón para otra persona”, compartió el músico sobre su primer instrumento, hoy en propiedad de su hermano Eric.
Luego, precisó que su vocación musical se convirtió en un tema de confrontación con sus padres, especialmente con su papá.
“En un momento de adolescencia, cuando papá y mamá se empiezan a preocupar de qué vas a vivir, yo seguía con que quería ser músico. Yo me conformaba con ser profesor de una escuela. Yo quería vivir de la música, no pretendía mucho más que eso”, comentó.
“Obviamente que soñás, decís “uh, quiero ser como los Beatles”, sacar discos y todo, pero no sabés si va a suceder. Y creo que la negativa o la gran exigencia de mi papá alimentó mi ego de tal manera que yo dije ‘yo le voy a demostrar que voy a poder’. Y esa lucha de poderes y de egos, de papá e hijo adolescente, me ayudó a sacar de mí garra y fortalecerme”, reflexionó sobre aquellos años.
“Él me apoyaba, pero también quería que fuera abogado, contador o médico. La música que sea como un hobby. Y yo le decía ‘no, yo me quiero dedicar a esto al 100%’”, añadió Axel, que también estudió en el Conservatorio y se formó en música clásica.
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