La reciente confesión de Alberto Cormillot sobre su vida sexual a los 87 años junto con su esposa, Estefanía Pasquini (39), generó un intenso debate.
El reconocido médico, que cumplió 60 años de carrera, decidió romper lo que considera un tabú social y reflexionar sobre los prejuicios que persisten hacia la intimidad en la adultez mayor.
En diálogo con Puro show, Cormillot destacó: “Yo veo que en todos los programas se habla sobre sexo. Acá lo que llamó la atención fue que un adulto mayor, un viejo, hablara de sexo”.
Luego, hizo referencia a la edad de retiro y a los condicionamientos culturales. “Se supone que a los 65 años uno se tiene que retirar. Y no está escrito en ningún lado”, señaló.
El especialista habló también de dos prejuicios que considera vigentes: “Hay dos ismos que han permanecido fuertes, que son el gordismo y el viejismo. El viejismo es implícito, pero no es tan explícito. El gordismo es explícito y es implícito, ¿no?”.
En ese sentido, cuestionó la autocensura que pueden adoptar las personas mayores. “El peor problema del viejismo es cuando la persona compra y se da el mensaje de ‘yo no merezco, no puedo hacer tal cosa’, antes que su cuerpo se lo impida. Porque llega un momento en que el cuerpo te lo impide”, analizó.
Para cerrar, Cormillot remarcó que sigue activo física y mentalmente: “A mí el cuerpo todavía no me impidió muchas cosas. Por eso las sigo haciendo…”. Además, recordó que, además de su labor médica, continúa practicando tango, tap y danzas aéreas.