A pocos días de haber sido despedido y luego reincorporado, el baterista Zak Starkey volvió a ser echado de The Who.
A la decisión la dio a conocer el líder de la banda británica, Pete Townshend, precisamente quien había desestimado la primera salida del hijo de Ringo Starr aludiendo a algo aproximado a un problema de comunicación.
Pero en esta oportunidad, vía comunicado el violero expresó: “Tras muchos años de excelente trabajo de Zak en la batería, ha llegado el momento de un cambio. Un momento conmovedor. Zak tiene muchos proyectos nuevos entre manos y le deseo lo mejor”.
“Scott Devours, quien ha trabajado con la banda solista de Roger (Daltrey, cantante), se unirá a The Who para nuestros conciertos finales. Denle la bienvenida”, sumó.
Zak, por su parte, negó la razón señalada por Townshend, lo que habla a las claras de una relación totalmente agotada. “Me despidieron dos semanas después de mi reincorporación y me pidieron que declarara que había renunciado a The Who para dedicarme a mis otros proyectos musicales. Eso sería mentira”, bramó Zak, uno de los mejores alumnos de Keith Moon, el batero original de la banda creadora de las óperas rock Tommy y Quadrophenia.
“Amo a The Who y nunca me habría retirado. Así que no hice la declaración... dejar The Who también habría decepcionado a las innumerables personas increíbles que me apoyaron (¡muchísimas gracias a todos!) durante las semanas de caos en las que entré y salí, una y otra vez, una y otra vez, como un gurú”, remató quien también fue baterista de Oasis.
Esta turbulenta salida de Zak Starkey abona a la idea de que corren tiempos turbulentos para los bateristas de rock que giran por estadios. Es que hace unos días, Foo Fighters despidió sin contemplaciones a su baterista Josh Freese después de dos años.
Starkey llevaba casi 30 años de gira con The Who.
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