Este jueves 1.º de mayo se llevó a cabo la tercera edición del Festival Nacional de Cuarteto, y miles de personas celebraron el Día del Trabajador con 12 horas ininterrumpidas de baile. En una jornada que comenzó temprano, con Trulalá abriendo el escenario, lo que sucedió con el correr de las horas fue, concretamente, un gran homenaje al género característico de la provincia de Córdoba.
Por supuesto, si se homenajea al cuarteto, se homenajea a La Mona. Canciones, frases, acordes, bailes y señas fueron apareciendo de la mano de los artistas que conformaban la grilla.
Ya en horas de la tarde, La Lore ofreció cadenciosas versiones de los éxitos de su padre. A su turno, Magui Olave presentó una celebrada versión de Celosa, y luego Ulises Bueno cantó a todo pulmón Tinta china. Nadie dejó pasar la oportunidad de rendirle tributo a Jiménez, gesto que el público aplaudió y agradeció.
De igual manera, esta gran jornada de festival tuvo cinco momentos destacados que merecen un repaso en las siguientes líneas.
1-La Konga y Damián Córdoba
En los últimos años, La Konga se consolidó como la banda que llevó la bandera del cuarteto por el país y el mundo. Con 22 años de historia, desplegaron sobre el escenario toda su maquinaria de hits irresistibles, cambiando el clima del festival. Si bien Diego Granadé, Nelson Aguirre y Pablo Tamagnini se lucieron con sus canciones, el mejor momento del show llegó cuando subió Damián Córdoba a cantar un clásico feat entre ellos: Te perdiste mi amor.
Como si fuera una continuidad de su propio concierto, el “Wacho” subió con su característica energía contagiosa, y el resultado fue una versión arrolladora. Minutos antes, Joaco Martín, de Desakta2, había subido a interpretar el recientemente estrenado Una noche, pero su participación se vio opacada por la presencia de Damián.
2-Un poco de Ruido junto a Ulises Bueno
Al final de la jornada, cuando la Mona Jiménez salió a escena, valoró en varias oportunidades la presencia de “los chicos de Un poco de Ruido que vinieron de Buenos Aires”.
El entusiasmo de Carlos, quizás se deba a la química que tienen ya Pinky, Damo y Pipo con el público cuartetero.
Cabe recordar que el exitoso ciclo streaming está enfocado en la cumbia. Pero, curiosamente, sus programas dedicados al cuarteto siempre hacen estallar el contador de views de YouTube.
Muchos recordarán el impacto que tuvo la visita de Cachumba, lo viral que fue el paso de Q’ Lokura y la fuerza que tomó, en los últimos días la entrevista y posterior zapada con Ulises Bueno.
Tanto empujaron las redes y los comentarios que Ulises se hizo un lugar en la grilla y pudo cantar en el festival de la mano del trío animador.
Desde allí homenajeó a Carlos con Tinta China pero también cantó Soy y Ojalá, de su repertorio.
“A todos nos pasa lo mismo: ¡Cuánta emoción por ver a La Mona!“, exclamó cuando dialogó con los conductores y con la gente. ”Somos unos privilegiados de ver a Carlos Jiménez Rufino", dijo a continuación y también cantó El León, del “Mandamás”.
En esta jornada de homenajes, recordó a su hermano, Rodrigo, con La gata y el ratón, Amor de séptimo grado y Amor de alquiler.
3-La química de Desakta2
Desakta2 vive un gran presente musical y así lo demuestran los más de 10 sold out consecutivos que llevan en La Plaza de la Música.
Claro que Joaco Martín y Fer Olmedo se complementan en las voces y se destacan al cantar, pero detrás tienen una gran banda que suena muy fina en vivo.
En el festival se los vio disfrutando el momento, y puntualmente Fer estuvo visiblemente emocionado. “Gracias, Señor, por reunirnos a todos los cuarteteros esta noche. Es un sueño”, rezó al finalizar su show.
“Somos la nueva generación del cuarteto, y es un honor estar acá”, agregó.
Al final, hubo homenaje a Jiménez: Olmedo agitó Quién se ha tomado todo el vino y se sacó la remera para cerrar como a él le gusta.
4-Luck Ra y el aguante de los pibes
Luck Ra es el artista cordobés del momento, y este festival fue una gran prueba para medirse ante el siempre exigente público del cuarteto.
Con él en escena, se vio un choque generacional que se evidenció cuando los pibes pasaron al frente y, por un rato, se adueñaron de las vallas.
Fue llamativo ver a tantos niños y niñas cantar y gritar desaforados éxitos como Te mentiría, La Morocha, Qué sed y la sesión con Bizarrap.
El oriundo del Marqués de Sobremonte se lució cantando a capela Ya no vuelvas y también homenajeó a Rodrigo con Fuego y pasión, Lo mejor del amor y Por lo que yo te quiero.
Cuando bajó del escenario, se quedó a ver a La Mona Jiménez mientras aceptaba, una y otra vez, sacarse fotos con chicos y chicas que minutos antes habían coreado sus temas.
5-La Mona y el amor por su gente
Pasadas las 2.20 de la madrugada, La Mona apareció rengueando en el escenario, y esa imagen dejó boquiabiertos a todos. Se sentó sobre una banqueta y explicó la razón por la cual debió suspender la fecha pactada en abril para su segundo show del año en el Sargento Cabral.
Se macheteó para leer en su mano que había sufrido un esguince y luego afirmó que se quebró “dos huesitos del pie”.
“Estoy sufriendo desde ese momento. Me dijeron que hoy no cante. ¿Pero cómo no voy a cantar con este público hermoso acá?”, expresó.
De los incontables bailes que ha hecho, habrá alguno en el que haya cantado sentado y sin poder moverse. Si no lo hay, entonces este 1.º de mayo de 2025 fue la primera vez que La Mona cantó así.
Tal vez ese nulo gasto de aire y energía al moverse hizo que tuviera un despliegue vocal perfecto, y que cantara sin sobresaltos durante la hora y cuarenta minutos que duró su presentación.
El trabajador que se acercó a celebrar al Kempes se fue feliz, bendecido por la magia de Jiménez: el hombre que lo da todo por ver a su gente feliz. Y si se lo homenajea en vida como hoy, mejor.