Cleo Laine, cuya voz de contralto ronca era una de las más distintivas del jazz y quien fue considerada por muchos como la mayor contribución de Gran Bretaña a la música esencialmente estadounidense, ha fallecido. Tenía 97 años.
The Stables, una organización benéfica y lugar que Laine fundó con su difunto esposo, el músico de jazz John Dankworth, dijo el viernes que tenía una “profunda pena” por la noticia de que “una de sus fundadoras y Presidenta Vitalicia, Dame Cleo Laine, ha fallecido”.
Monica Ferguson, directora artística de The Stables, expresó que Laine “será muy extrañada, pero su talento único siempre será recordado”.
La carrera de Laine abarcó el Atlántico y cruzó géneros: Cantó las canciones de Kurt Weill, Arnold Schoenberg y Robert Schumann; actuó en el escenario y en el cine, e incluso interpretó a Dios en una producción de Noye’s Fludde de Benjamin Britten.
La vida y el arte de Laine estaban íntimamente ligados al líder de la banda Dankworth, quien le dio un trabajo y su nombre artístico en 1951, y se casó con ella siete años después. Ambos siguieron actuando después de cumplir 80 años. Dankworth murió en 2010 a los 82 años.
En 1997, Laine se convirtió en la primera artista de jazz británica en ser nombrada dama, el equivalente femenino de un caballero.
“Es el jazz británico el que debería haber recibido el reconocimiento por su servicio hacia mí”, dijo cuando se anunció el honor.
“Me ha dado una vida maravillosa, una carrera exitosa y la oportunidad de viajar por el mundo haciendo lo que amo”, añadió.
Laine, cuyo nombre de pila era Clementina Dinah Campbell, nació en 1927. Su padre, Alexander Campbell, era un jamaiquino que amaba la ópera y ganaba dinero durante la Depresión como cantante callejero. A pesar de los tiempos difíciles, su madre británica, Minnie, se aseguró de que su hija tuviera lecciones de piano, canto y danza.
Comenzó a actuar en eventos locales a los tres años, y a los 12 consiguió un papel como extra en la película The Thief of Bagdad (El ladrón de Bagdad). Al dejar la escuela a los 14 años, Laine trabajó como peluquera y enfrentó repetidos rechazos en sus esfuerzos por conseguir un trabajo como cantante.
Una década después, en 1951, hizo audición para el Johnny Dankworth Seven, y tuvo éxito. Clementina Campbell fue considerado demasiado largo para un cartel, así que se convirtió en Cleo Laine.
“John dijo que cuando me escuchó, no sonaba como nadie más que estuviera cantando en ese momento”, dijo Laine una vez. “Supongo que la razón por la que no conseguí los otros trabajos es que buscaban una cantante que sonara como alguien más”, razonó.
Laine tenía un rango notable, desde tenor hasta contralto, y un sonido a menudo descrito como “ahumado”.
Dankworth, en una entrevista con el Irish Independent, recordó la audición de Laine.
“Todos estaban sentados allí con caras de piedra, así que le pregunté al trompetista escocés Jimmy Deuchar, que tenía un aspecto muy sombrío y era el más difícil de todos, si pensaba que ella tenía algo. ‘¿Algo?’, dijo, ‘¡Lo tiene todo!’”.
Le ofrecieron seis libras a la semana, Laine exigió (y consiguió) siete libras.
“Solían llamarme ‘scruff’ (desgarbada), aunque no creo que fuera desaliñada. Era solo que, al venir del campo, no sabía cómo combinar las cosas tan bien como las otras cantantes de la época. Y de todos modos, no tenía el dinero, porque no me pagaban lo suficiente”, dijo al Irish Independent.
El reconocimiento llegó rápidamente. Laine fue subcampeona en la categoría de “cantante femenina” de Melody Maker en 1952, y encabezó la lista en 1956 y 1957.
Se casó con Dankworth —y dejó su banda— en 1958, un año después de su divorcio de su primer esposo, George Langridge. A medida que la banda de Dankworth prosperaba, Laine comenzó a sentirse infrautilizada.
“Pensé, no, no voy a simplemente sentarme en la banda y ser una cantante de canciones de vez en cuando, cuando él lo deseara. Así que fue entonces cuando decidí que no iba a quedarme con la banda y que iba a intentar hacer algo en solitario”, dijo en un documental de la BBC.
“Cuando dije que me iba, él dijo, ‘¿Te casarías conmigo?’ Eso fue una buena táctica, ¿no?”, señaló.
Se casaron el 18 de marzo de 1958. Un hijo, Alec, nació en 1960, y su hija Jacqueline le siguió en 1963.
A pesar de su feliz matrimonio, Laine forjó una carrera independiente de Dankworth.
“Cada vez que alguien empieza a ponerme una etiqueta, digo, ‘Oh, no lo harás,’ y voy y hago algo diferente”, dijo Laine a The Associated Press en 1985, cuando estaba actuando en Nueva York en The Mystery of Edwin Droo".
Su carrera teatral comenzó en 1958 cuando fue invitada a unirse al elenco de una obra antillana, Flesh to a Tiger, en el Royal Court Theatre, y se sorprendió al encontrarse en el papel principal. Ganó un Premio del Teatro de Artes de Moscú por su actuación.
Valmouth siguió en 1959, The Seven Deadly Sins en 1961, The Trojan Women en 1966 y Hedda Gabler en 1970.
El papel de Julie en Show Boat de Jerome Kern en 1971 le proporcionó a Laine una canción que se robó el espectáculo, Bill.
Su popularidad en Estados Unidos
Laine comenzó a ganar seguidores en Estados Unidos en 1972 con un concierto en el Alice Tully Hall en Nueva York. No tuvo mucha asistencia, pero The New York Times le dio una crítica entusiasta.
Al año siguiente, ella y Dankworth atrajeron a una audiencia con entradas agotadas en el Carnegie Hall, iniciando una serie de apariciones populares. Cleo at Carnegie ganó un premio Grammy en 1986, el mismo año en que fue nominada a un Tony por The Mystery of Edwin Drood.
Un crítico de Variety en 2002 encontró su voz aún fuerte: “una voz oscura y cremosa, con un rango y control notable, desde un contralto profundo hasta un soprano dulce y claro. Su afinación perfecta y fraseo siempre están enmarcados con imaginación musical y buen gusto”.
Quizás la actuación más difícil de Laine fue el 6 de febrero de 2010, en un concierto que celebraba el 40º aniversario del lugar de conciertos que ella y Dankworth habían fundado en su hogar, durante el cual Laine y sus dos hijos actuaron.
“Lamento mucho que Sir John no pueda estar aquí hoy. Pero más temprano mi esposo murió en el hospital”, dijo Laine a la multitud al final del espectáculo.
Laine dijo en una entrevista con el Boston Globe en 2003 que el secreto de su longevidad era que “nunca fui una cantante que lo diera todo”.
“Siempre hubo un lado protector en mí, y una voz interior siempre decía, ‘No hagas eso — no es bueno para ti y tu voz’”, remató en esa oportunidad.
Le sobreviven sus hijos.