Con tan solo 25 años, Luck Ra es la prueba viviente de que esa sorpresa que se conoce como “las vueltas de la vida” realmente existe.
Este cordobés con cara de atorrante y siempre sonriente pasó en pocos años de ser empleado en una zapatería en un hipermercado a volver a la ciudad para tocar por segunda vez en el año, ahora en Plaza de la Música.
Un lugar al que, como cualquier cordobés promedio, alguna vez asistió como público. “¿Me creés que sí? Realmente con mi familia no hemos tenido muchas oportunidades de ver artistas cuando era chiquito, pero sí tengo el recuerdo de que fui a ver a Enrique Bunbury cuando vino a Córdoba, hace una banda de años (N. de la R: se refiere a un show el 31 de marzo de 2016). Yo era chiquito”, recuerda. Por entonces, él tenía 16 años, y difícilmente se imaginaba lo que le esperaba en el futuro con la música.
“Te soy sincero... jamás me lo esperaba, pero siempre hice todo lo posible para que en algún momento se den estas cosas que a lo mejor ni siquiera las sueño, ¿viste? Pero es el trabajo bien hecho todos los días el que por ahí te lleva de pasar de imaginarlo a un día hacerlo”, cuenta vía Zoom desde su casa en Buenos Aires, a donde está radicado desde que su carrera explotó.
–Remarcás el trabajo duro y el compromiso en eso, pero ¿alguna vez pensaste por qué fue que vos la pegaste?
–Mirá... yo siento que lo intenté tanto y me equivoqué tanto que de cada error aprendí, hasta que llega ese intento que termina saliendo bien, ¿viste? Puede que parezca como un golpe de suerte... pero hacen falta muchos golpes contra la pared para que al final llegue el bueno. Sí hay un poco de suerte en esto… pero también depende mucho de estar en el lugar y el momento correctos, que cada oportunidad que uno tenga la sepa aprovechar como si fuese la última vez que lo pueda hacer.
–¿Cuándo fue la última vez que te viste a vos mismo y dijiste “mirá dónde y con quién estoy, lo que estoy haciendo”?
–¡La verdad es que todos los días! Me despierto y digo: “Uy, culiao, mirá dónde estoy”. Me pasa todos los días, si soy sincero.... pero de las veces que me dije “Uy, qué onda esto”, me pasa siempre que salgo a cantar y hay gente ahí bancando, cantando y disfrutando, y por supuesto cuando los conocí a Maluma y a Chayanne. Hay veces que, al día de hoy, me pongo a ver la portada y pienso: “¡Culiao, el que está al lado de Chayanne soy yo!”. Es muy flashero, boludo.
Luck Ra se refiere a la reversión cuartetera que hizo, junto al ídolo puertorriqueño, de Un siglo sin ti, uno de sus clásicos, y al remix de Hola perdida que también lanzó, junto con Khea, con el colombiano. Es decir, él tirando paredes con primeras figuras de la música latina a nivel mundial.
–¿Cómo fueron esas situaciones puntuales en el estudio?
–Con Chayanne nos juntamos en el estudio 5020 de Estados Unidos a hacer el video. Yo antes había hecho las cosas en mi lugar y Chayanne hizo sus voces en el suyo, y nos juntamos para hacer el video y ahí fue que compartimos un lindo momento. Puedo confirmar que es una gran persona y que huele muy bien.
–¿Y Maluma?
–También, ¡es más fachero en persona! (risas).
Una revolución productiva
Juan Facundo Almenara Ordóñez (su nombre de civil) se ganó este lugar protagónico en la industria musical con una seguidilla imbatible de hits como La morocha, Que nos falte todo, Hola perdida, Te mentiría, Ya no vuelvas, entre otras tantas. Por algo tiene casi 10 millones de oyentes mensuales en Spotify.
–¿Cómo fuiste agudizando el oído y el gusto para tener tantos hits?
–Nosotros hacemos temas bastante seguido. Intentamos bastante y a lo mejor hay un tema que a mí me encanta y se lo muestro a amigos míos y me dicen: ‘No, amigo... es una garcha lo que me acabás de mostrar’, y a veces hay un tema que no me gusta tanto y a mis amigos les encanta. Mientras más hago o más temas saco y veo los resultados en la gente, te juro que uno sabe cada vez menos lo que puede pasar.
–¿Tenés muchas canciones descartadas?
–Sí, un montón. Muchísimas. Realmente, yo creo que el 90% o más de los temas que hago nunca van a salir, la verdad. Un montonazo.
–¿Estás todo el día como una esponja absorbiendo y viendo de dónde podés sacar una historia, ideas, melodías?
–Sí, la verdad es que bastante. Hay veces que me gusta estar tranquilo un día, para refrescar. Después, sí busco alguna frase o alguna historia que me gusta para poder hacerla yo. Generalmente, siempre suelen ser historias mías o de algún amigo al que le pasó algo con alguien. “¿Sabés qué? Vamos a hacer un tema sobre la situación que te acaba de pasar, para que no te sientas tan mal”.
–De tu anterior vida, cuando eras el empleado de la zapatearía, ¿te acordás de algo o sentís que “cambiaste de videojuego” por completo?
–Y, de a poco, uno va cambiando. Pero la verdad es que tengo muy lindos recuerdos de cuando trabajaba ahí. Me llevé muy bien con mis compañeros de trabajo. Sí sé que no me gustaba hacerlo porque era malísimo. Yo trabajaba en Grimoldi, ahí en el híper Libertad, y pobre toda la gente que la tuve que atender yo, ¡seguro que la pasaban para el orto!, pero bueno, era lo que había (risas).
–¿Qué hubieras sido si no lo hubieras pegado con la música?
–No... nada. Seguro que estaría robando o sería transa, porque la verdad es que soy bueno para muy pocas cosas en la vida.
–¿No admitís otro destino que no ser una estrella pop de la música?
–No, la verdad es que jamás acepté otra realidad y también siento que es por eso que jamás bajé, bajo, ni voy a bajar los brazos, porque esto es lo que más me gusta hacer.
¿El heredero natural de Rodrigo?
A comienzos de este año, este medio hizo un informe sobre si asomaba alguien en la música popular cordobesa listo para ocupar ese lugar gravitante. Lógicamente, el nombre de Luck Ra largaba en primera fila.
El gancho que tiene para el hit, para la melodía certera, simple, contundente, marca un vínculo muy fuerte con él. Encima, tiene el pelo teñido del mismo color que durante mucho tiempo lo tuvo el Potro.
“Toda mi vida me he teñido el pelo de muchos colores, pero cuando empecé a sacar temas que empezaban a ser más conocidos, justo tenía este color de pelo, por ahí lo tenía un poquito más celeste incluso. Este azul por lo menos lo puedo combinar con algo más, así que ya me compré bastante ropa azul, así que por lo menos por unos años me tengo que quedar con esto para combinarlo, o si no, tengo que regalar la ropa”, dispara riéndose.
–¿A nivel musical, “El Potro” te gustaba?
–Sí, obvio. Rodrigo siempre fue uno de mis favoritos. También escucho mucho La Konga , Q Lokura, pese a que tal vez sea un poco distinto lo que hago yo a lo que hacen ellos, a nivel de melodía. Ellos también tienen una voz de la concha de la lora, ¡y yo me defiendo, hago lo que puedo! Creo que de todo se absorbe y aprende. Yo escucho mucho urbano también, la verdad. En mi día a día, escucho a lo mejor más reggaeton internacional, o escucho también temas de México, de Brasil. Siento que todo tiene algo para absorber.
–¿Cómo manejás la intensidad con la que llevás tu vida? Esto de hacer show con la pierna enyesada, estar de acá para allá, los aviones, las redes. ¿Cómo lo procesás?
–La verdad es que siento que bastante bien. O sea, es la realidad que vivo ahora y de la cual estoy agradecido... y siempre vamos por más. Ahora que uno ya está en el baile, vamos a bailar, no queda otra.
–En ese sentido, ¿qué encontraste y qué encontró la Joaqui con vos y vos con ella? Porque la verdad es que, a priori, parecerían dos personalidades superintensas, dos Yin-Yang, pero del mismo lado.
–¡Sí, sí! La verdad es que somos bastante intensos los dos, pero lo bueno es que, al trabajar de lo mismo, nos entendemos mucho, siempre respetamos nuestros tiempos. Hay veces que uno se ve poco, por ahí teníamos organizado vernos, pero justo surgió otra cosa porque esto también es día a día; y bueno, hay que cambiarlo. Tratamos de ser lo más organizados que podamos. En ella encuentro una muy linda compañía y siento que ella conmigo también, que es lo importante.
–¿Qué sueños te quedan, con qué artistas te gustaría colaborar? ¿Qué cosas te siguen generando esa sonrisa que tenés siempre clavada en la cara?
–Yo disfruto mucho el hoy y trato de hacer lo mejor en el ahora, tal vez para que el mañana siempre sea mejor. Obviamente faltan un montón de cosas por cumplir, pero lo importante también es siempre disfrutar el presente. Por más que uno atraviese lo que sea, siempre hay que agradecer. Mirá, justo ahora, por ejemplo, que me fracturé, también empecé a agradecer las pequeñas cosas de la vida, como caminar. Uno solo con eso ya debería agradecer directamente. Llevo todo superbién, haciendo lo mejor que puedo y también trabajando en futuros proyectos que tenemos. Muchas colaboraciones que se dieron, que se están dando y que se pueden llegar a dar, y siempre apuntando más arriba, obvio.
–Tirame un artista vivo o muerto con el que te gustaría cantar…
–Bueno, algo casi imposible... y me gustaría, así como hicimos con Chayanne Un siglo sin ti… me gustaría hacer alguna versión cuarteto con Luis Miguel o con Ricky Martin. Algo así… yo creo que estaría clavado.
–Sale, ¿o no?
–Deberíamos, deberíamos. Vamos a hacer todo lo posible.
–¿Algún ritual cuando vengas ahora a Córdoba para la Plaza de la Música? ¿Qué más vas a hacer?
–Me voy a tomar unos fernés antes de salir, ¡espero no estar tan mareado! Y vamos con toda a disfrutar. Siempre viene mi familia y mis mejores amigos, que al día de hoy pueden trabajar conmigo, así que me acompañan para todos lados. Están en todos los momentos, los buenos y los malos. Así que también se merecen estar en estas celebraciones tan lindas, como despedir el año en el lugar donde yo nací. Es una apuesta distinta y está todo organizado para que sea una fiesta.
Para ver
Luck Ra se presentará en Plaza de la Música el viernes 22 de noviembre, a las 21. Tickets en Edenentradas.com.ar a $ 34.500 (entrada general).
