El miércoles a la noche, Paul McCartney ofreció un show memorable, tan cargado de clásicos de los Beatles y de Wings como de energía, sensibilidad y belleza.
Luego de varios guiños coloquiales a Córdoba (“¿Cómo están los culiados? ¡Culiados!”, “Vagos y chichices”, “La ciudad del fernet y del cuarteto” y “Buenardo”), el músico británico se despidió con un firme “Hasta pronto”, que teniendo en cuenta su vitalidad y su evidente buen humor al enunciarlo, no sonó como algo ceremonial. Es más, hasta tuvo el peso de una promesa.
Para ver qué sustento tiene esta especulación, La Voz tomó contacto con José Palazzo, referente de En Vivo, productora organizadora de este espectáculo memorable y del no tan lejano debut del exBeatle en mayo de 2016.
“Barry Marshall es el manager de Paul McCartney, tiene su misma edad. La primera vez que vino a Córdoba fue dos años antes del debut de Paul en 2016. Por entonces, tuvo una reunión acá de la que participó Gustavo Santos, que estaba en el área de Turismo. Y bueno, tuvimos muy buen trato, pegamos buena onda”, comienza a desarrollar el también productor de Cosquín Rock.
“Después se nos dio la posibilidad de hacer el primer McCartney. Y en el primer McCartney sucedieron cosas muy interesantes, porque el tipo se fue contento, se dio todo más o menos como estaba previsto. Y por eso es que cuando organizó este regreso a Latinoamérica, estaba sobre la mesa la posibilidad de que nosotros, como empresarios, invirtiéramos e hiciéramos McCartney otra vez. McCartney no te abre esa puerta nunca, salvo que él lo quiera hacer. No es que te dice ‘Bueno, ¿cuánto tenés?’ y si tenés lo que él quiere, lo hace. No. Primero él tiene que estar al tanto”, suma antes de dar una respuesta a la inquietud planteada al comienzo.
“¿Cuál es el único problema? Es que Latinoamérica sucede, en este tipo de artistas, cada 3, 4 o 5 años. Imaginate que en el Got Back Tour todavía tiene que recorrer Europa, Estados Unidos y Asia. Y después de él, Paul recién sacará disco nuevo, descansará y analizará si vuelve a girar. Entonces, biológicamente es complejo”, razona el productor, aunque concede que la vitalidad de McCartney combate de alguna manera ese razonamiento lógico.
“Bueno, ahí tenés la respuesta. Si él está bien en unos años y todo se ordena…”, amplía.
–¿Cuál es tu balance?
–Nosotros estamos felices. Nos pareció que todo nos salió muy bien. El equipo de Paul se fue muy contento. Es lo más importante en este negocio. Nos dieron “Excelente, felicitado”. Se fueron muy contentos todos los Paul (sic). Él personalmente se fue muy feliz y agradecido con Córdoba. Superamos la expectativa de venta. Cuando vienen por segunda vez ese tipo de artistas, no esperás que supere la marca de la primera vez. Esta vez, por moneditas no llegamos a las 40.000 personas. La realidad es que fue muy bueno para Córdoba.
Palazzo dice con este show se vuelve a instalar a Córdoba en el contexto de los shows internacionales. “A partir de esto, vamos a volver a tener ofertas para producir artistas internacionales que harán un River o dos y que evaluarán a Córdoba como alternativa”, refuerza.
–Supongo que disponer del Kempes ayuda a esta proyección.
–El gobernador tiene clarísimo que si amalgamamos con la agenda deportiva podemos a traer a Córdoba grandes espectáculos. Y ahora falta ver cómo se define el tema de un venue grande, porque La Plaza de la Música y el Quality no alcanzan para algunas cosas. Y ya con eso volvemos a estar muy bien. Hoy tenemos mucha oferta internacional en Buenos Aires, un poquito menos en Córdoba, que tiene que ver capaz con la infraestructura, porque allá (en Buenos Aires) con el Movistar están movilizándose muy bien. Así que hay que empezar seriamente a ver la agenda 25 y 26 para pensar en uno o dos eventos de este tipo. Apostando, claro, porque hay un riesgo económico altísimo. Estamos buscando la forma de encontrar una ecuación económica razonable y, a su vez, la infraestructura que hace falta para hacer shows así.
–¿Paul es abre puertas en el contexto del show business internacional?
–Después de tantos años, tenemos una relación muy especial con todos los agentes del mundo. Tenemos contacto directo con CIE, con United Talent, con William Morris, con Live Nation. Lo digo humildemente: luego de tres llamados, puedo hablar con alguno de los capos de esas compañías y meter ofertas a giras internacionales como cualquier otro agente de Latinoamérica. Ahora, siempre es bueno hacerlo con alguien de Buenos Aires por una cuestión de prorrateo de costos y para que la oferta sea más tentadora para el artista. Igual, en algunos casos dependemos de la infraestructura. Por ejemplo, la gira que Sting hace en febrero es una de arenas. Entonces, yo no le podía ofrecer a Sting hacer una tribuna del Kempes porque el enfoque es indoor. Entonces, si Córdoba resuelve el tema del arena, te digo: en 26, 27 y 28, seremos una potencia dentro de la industria. ¡Mirá lo que le dejó Paul a Córdoba! La hotelería agotada, los restaurantes abiertos hasta las dos de la mañana. ¡Un miércoles! Tuvimos un 35% de las 40.000 personas de afuera de Córdoba. Vinieron espectadores de Buenos Aires, Rosario, Mendoza y de otras tantas provincias. También cinco micros de Brasil que almorzaron en unos restaurantes del centro… Fue muy importante lo que hemos logrado. Muy importante.
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