Después de varios años girando por Europa y nutriéndose de tradiciones musicales diversas, Ignacio María Gómez vuelve a Córdoba con un proyecto íntimo. Este sábado 7 de junio, el cordobés se presentará por primera vez en su ciudad natal con una propuesta solista, cerrando así una gira que lo llevó por París, Madrid, Barcelona, Londres, Ámsterdam y Lisboa. La cita es en Studio Theater.

Se hace camino al andar
El interés de Ignacio por la música se remonta a sus primeros años de vida. “Comencé a vincularme con ella de una manera muy natural, como cuando un niño se siente atraído por algo sin que nadie se lo imponga. En mi caso desde que recuerdo me sentí atraído por la música”, cuenta Ignacio en diálogo con La Voz.
Pero a los 12 años, cuando se mudó a Playa del Carmen, México, con su madre, la música comenzó a ocupar un rol más protagonista en su vida. Allí compartió mucho tiempo con artistas callejeros, circenses y músicos que vivían del arte. “Fue ahí donde conocí la percusión de África del Oeste, particularmente de Guinea. Esa música me marcó para siempre. Me quedé pegado”, recuerda.
Aunque en ese momento no pensaba en una carrera musical formal, el deseo de dedicarse de lleno fue tomando forma con los años, hasta consolidarse en Francia, donde se mudó entre 2016 y 2017.
“En París me di cuenta de que tenía que grabar un disco. Francia tiene un vínculo muy fuerte con sus antiguas colonias, un lazo histórico con África que se traduce en una escena musical muy receptiva a los sonidos que yo venía explorando”, explica y suma: “Hay un conocimiento profundo y un aprecio real por el arte africano, además de una gran comunidad migrante que mantiene viva esa cultura. Se consume mucho ese tipo de música”.
Allí nació Belesia, su primer álbum, que si bien logra “materializarlo y legitimarlo” en la capital francesa, fue compuesto durante un largo viaje por América Latina, guitarra y balafón en mano, cantando y componiendo al ritmo del andar mochilero.
Una identidad diversa
La identidad de Ignacio no se limita a un lugar, idioma o cultura. Sus redes son testigos de posteos en diversos idiomas y su música se nutre de influencias de las más variadas. Pero lejos de sentirse ajeno, él le encuentra sentido a esa diversidad. “Argentina es un país plurinacional, con una riqueza cultural enorme, aunque a veces la diversidad se invisibilice”, apunta y sigue: “Yo salí afuera a buscar esas otras partes de mí que acá no siempre están a la vista”.
Su vínculo con lo afro y lo ancestral no es solo musical, sino también filosófico y espiritual. La conexión con la naturaleza, con el cuerpo, con el ritmo de la vida, son ejes recurrentes en su obra. Tal vez por eso su vuelta a Córdoba no sea simplemente un regreso, sino una reconexión.
“Extrañaba la Pachamama”, asegura. “Acá la naturaleza todavía tiene voz. El espíritu del bosque, los ríos, el monte… eso no lo sentís en ciudades sobreexplotadas como las europeas. Y también extrañaba a la gente: su empatía, su humildad, su hospitalidad”.
Aunque su música se nutre de tradiciones africanas, Ignacio reconoce que su tierra también está presente en su obra. No necesariamente desde lo explícito, pero sí desde el tono, el paisaje y el espíritu.

—¿Qué lugar ocupa Córdoba en tu música?
—Hay algo de picardía cordobesa, seguro. Y sobre todo esa relación con el monte, con los ríos. Acá crecés sabiendo que en 20 minutos estás en una sierra. Eso te marca. Creo que si hubiera crecido en una ciudad como Buenos Aires o Nueva York, mi música sería otra. También hay algunas pinceladas más obvias: algún bombo legüero, una chacarera escondida, algún aire de samba.
—¿Y cómo te sentís en la previa de tu primer show en Córdoba con tu proyecto solista?
—Con muchas emociones. Tuve grupos antes, incluso de música africana, pero este proyecto es distinto. Es mío, son mis canciones. Es la primera vez que agarro la guitarra y canto lo mío, en mi ciudad. Y sí, es raro también. Porque una cosa es cómo se reciben las cosas afuera, y otra muy distinta es cómo se vive acá.
Su show en Studio Theater será íntimo, casi despojado: guitarra y voz. “Es la formación más fiel a mi proceso. A veces en Europa me acompañan chelistas, coristas o músicos que tocan la kora, pero esos instrumentos no son fáciles de conseguir acá. Tal vez haya una chelista en esta fecha, aún lo estamos definiendo”, adelanta.
Para ir
Ignacio Maria Gómez. Sábado 7 de Junio. 21 hs. Studio Theater. Entradas a la venta en bue.tickethoy desde $ 16.950 hasta $ 33.900.