En la edición 2025 del Cosquín Rock, las manifestaciones contra el Gobierno nacional de Javier Milei sonaron más fuertes que las celebraciones por las Bodas de Plata del mítico festival serrano.
En la jornada del sábado, en la de apertura, los artistas que alzaron su voz fueron Emiliano Brancciari de No Te Va Gustar, Hilda Lizarazu, El Zar, Turf y los raperos estrella Wos y Dillom quienes bancaron a María Becerra ante un embate peyorativo del presidente.
Y en la de clausura, la cantante indie Blair llevó adelante un breve pero potente discurso contra la censura de la que fue objeto Milo J (le cancelaron un show en la Esma, vía cautelar presentada por un funcionario oficial) y contra el mismo Milei, a quien acusó de “pasársela permanentemente en Twitter estafando gente”.
Por supuesto, esta última reacción se refirió al hecho de que nuestro máximo mandatario publicó un tuit recomendando invertir en una cripto que se desplomó y hundió a 40 mil inversores. En el show de Los Piojos, acaso el más esperado del festival, se imitó el gesto de Blair aunque no con discurso encendido sino por medio del reemplazo de la línea “tanta cocaína” por la de “tanta criptomoneda” en la letra de Llévatelo.
Pero más cerca del final del Cosquín Rock 2025 hubo una voz con muchos avales contra la administración Milei. Fue la de Walas, cantante de Massacre. Durante el show de su banda en el escenario Paraguay, el también skater expresó: “40 ojos, ojos bien abiertos y atención al episodio Milo J”.
La censura sí existe
Para Walas, la censura es un monstruo grande y pisa fuerte.
“Estamos viviendo un momento que realmente es surrealista”, le dijo Walas a La Voz.
“Los Massacre siempre bromeábamos con ser prohibidos… Decíamos que debíamos ser prohibidos, pero era mentira. Ahora, se está jugando con esa idea de verdad. Así que mucho ojo y atención al caso Milo J. Esperemos que no haya censura, listas negras ni esas cosas horribles que ya pasaron en Argentina”, siguió.
Y luego remató: “Arrancó un gobierno que decía que iba a atacar a la casta política y lo primero que hizo fue hacerlo con Lali, la chica más querida de Argentina. Ellos hablan de ‘batalla cultural’, pero lo que no hay que atacar es la cultura ni la educación. Nosotros pedimos por educación pública, salud pública, cultura y libre expresión”.
Aunque breve en escena, el mensaje de Walas sintonizó con el de Wos en el pasaje freestyle de su presentación: “De eso se trata, de lanzar palabras, no escuchar los perros enfermos que hablan, que solamente ladran, que solo quieren el poder pero hacen boludeces y lo van a perder”.
Y con el de Dillom, quien pese a estar cuidadoso por el problema judicial que afrontó en la edición pasada por supuesta insurrección, señaló: “El que se mete con María Becerra se mete conmigo. Si tocan a uno, tocan a todos. No importa la ideología ni las creencias, así debe ser”.
Por su parte, Brancciari dedicó el show de su banda a María Becerra, Lali Esposito y Milo J. Y posteriormente sentenció: “Repudiamos los agravios y la censura de la cultura por parte de este gobierno”.
“Es una cagada que esté pasando esto, pero nuestra lucha y nuestras voces está en nuestras canciones. Somos libres de decir lo que queremos”, sostuvo Wayra Iglesias consultada por La Voz al respecto.
“Siempre se señala a las mujeres y hay cosas que todavía no cambiaron, que tienen que cambiar y van a cambiar. Los artistas vamos a decir lo que tengamos ganas de decir y nadie nos va a callar. Que sigan hablando. Si censuran a uno, saltamos todos. Dillom, retuit”, se envalentonó la cantante.
Así las cosas, Cosquín Rock profundizó el perfil anti Milei que había manifestado en la edición 2024, cuando el libertario llevaba pocos días en el poder. En esa oportunidad, Dillom hizo un cover de Señor cobranza, de Las Manos de Filippi y le cambió un pasaje de la letra original para expresar “A Caputo en la plaza lo tienen que matar”.
Por esa expresión, el artista fue denunciado por “incitación a la violencia colectiva y aliento al odio contra una persona por sus ideas políticas”, pero a los pocos días esa presentación judicial fue desestimada por el juez Miguel Vaca Narvaja, al considerar que el músico no cometió ningún delito.
También en 2024, José Palazzo, fundador y organizador de Cosquín Rock, reaccionó ante el señalamiento del presidente de que el festival se producía con dinero público.
Por su parte, Lali Espósito, luego de ser rebautizada por Milei como Lali Depósito, le cambió la letra a su tema ¿Quiénes son? para plantear: “Que si fumo/ que si vivo/ que si digo/ que si bebo/ que si vivo del Estado”.
