En una entrevista especial para Cuarteteando, Ángel “el Negro” Videla habló de la actualidad del cuarteto y su los cambios que ha atravesado el género en los últimos años.
Como parte de Chébere, desde mediados de los años ‘70 Videla se convirtió en uno de los músicos más innovadores del tunga-tunga. Con ese histórico grupo, que cumplió 50 años de vida meses atrás, el género incorporó teclados, instrumentos de viento y percusión.
Luego, con el tiempo, “el Negro” fue uno de los responsables de generar el vínculo entre el merengue dominicano y el cuarteto cordobés, que a partir de la década de 1990 comenzó a recibir importante influencia de este ritmo caribeño.
Al ser consultado por los últimos cambios en el género, sintetizados en grupos como La Konga o Q’ Lokura, Videla aseguró que el cuarteto actual –mezcla del sonido característico con un espíritu más moderno- es en gran parte una continuación de lo patentado por Rodrigo en sus últimos años de carrera.
“Eso lo empezó Rodrigo. Él tenía ya tambora, tenía Güiro, no tenía caños, pero fusionó un poco el cuarteto original, que le metió mucha percusión. Nosotros lo hacíamos pero no tan fuerte, lo teníamos ahí al piano, pero él le dio esa fuerza y después aparecieron todos los grupos nuevos dándole al cuarteto característico”, reflexionó.
“Está buena, está buena”, dijo luego sobre la escena actual del tunga-tunga. “Me gusta siempre que los chicos empiecen a poner cosas nuevas, a hacer temas nuevos. Sobre todo eso, me jode un poquito que no… Antes hacíamos covers, pero un 30% y lo otro era nuestro. Lo que sí es que lo disfrazábamos al cover”, precisó.
“Vos escuchás 25 rosas, que es del mejicano Joan Sebastian. Vos escuchás lo que él grabó y lo que hicimos nosotros y no es nada que ver. O sea, respetamos la letra y la melodía, pero nada que ver los arreglos”, ejemplificó.
Lo que pasa es que ahora los chicos muchos copian y pegan, entonces es más fácil. Hacés temas que ya vienen con el aplauso y el coro incorporado”, definió Videla, para quien “las redes nos cambiaron la cabeza a todos”.
Para Videla, un cambio fundamental tiene que ver con el acceso inmediato a un montón de música que antes sólo se podía escuchar visitando nuevos lugares o trayendo discos desde el exterior. Eso derivó, por ejemplo, en el hecho de que hoy diferentes grupos hagan las mismas versiones según la popularidad de tal o cual éxito de otro género.
“Está bueno que hagamos 50% y 50% -de versiones y de temas originales- pero no sólo eso, sino que los covers son exactamente iguales. O sea, no les tocaron nada. Yo con mi banda sigo haciendo los arreglos. Si bien hago un cover, trato de hacerlo a mi modo”, explicó el compositor y arreglador.
En ese sentido, aseguró que por ahí pasa la principal dificultad del cuarteto para internacionalizarse como otros géneros regionales latinoamericanos tales como la salsa, el merengue o el reguetón.
“Es difícil. Si estamos haciendo tanto cover es medio difícil que pase eso”, definió. “El tango tenía tremendos autores, arregladores y músicos. El merengue también. Y el merengue comenzó como nosotros”, ejemplificó.
